Muchas son las cosas que definen una fe madura. Una de
ellas es la que últimamente he descubierto y aprendido. Aunque pueda parecer
chocante, después de muchos años sin apercibirme, me he dado cuenta de que hay
que orar sin cesar. No es fácil comprender lo que esto quiere decir, porque
'orar sin cesar' compromete a la vida entera; ¿De qué se trata? ¿Tiene que ver
con estar todo el día rezando? Indudablemente, hay verdades o ideas escritas en
los evangelios que haríamos bien en tomarlas al pie de la letra. Yo no soy un
experto en estas lides, pero creo que orar sin descanso es precisamente eso.
Nuestro corazón debe estar todo el tiempo puesto en Cristo.
Muchos Santos y grandes hombres de oración se
preguntaron en qué consistía eso de orar sin cesar. Yo no tengo la respuesta,
pero, después de los fracasos personales que he tenido (todos los días, cuando
me doy cuenta de lo pecador que soy), no puedo evitar estar seguro de algunas
cuestiones. Por eso, aquí dejo unas cuantas ideas que pueden ayudarnos a
aclarar un poco el significado de 'orar sin cesar':
1º Nuestro corazón debe estar puesto en Cristo en todo
momento, alabándolo desde lo profundo y desde lo profundo pidiéndole.
2º Nuestra actitud ante la vida, debe ser siempre la
de dar gracias a Dios por todo lo que nos ocurre, tanto bueno como malo, porque
tenemos la convicción de que todo lo que ocurre es para Gloria Suya y bien
nuestro.
3º Descansar en Dios continuamente, dejándole todo lo
que nos agobia y nos supera.
4º Confiar en que nunca nos va a faltar de nada si
confiamos en Él, y actuar en consecuencia.
5º Ofrecer a Cristo cada sufrimiento, pensando en sus
dolores durante su pasión.
6º Rezar... cuanto más mejor... el rosario y la
liturgia de las horas, la repetición del nombre de Jesús, jaculatorias, etc...
No sé si a todo esto se le puede llamar 'orar sin
cesar', no estoy preparado para decirlo; pero seguro que tiene que ver con
ello.
Por: Juan Luis López Meseguer
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