Esta
oración, que no solo muestra los misterios de la vida de Jesús y de la Virgen
María, sino que fortalece la vida cristiana y concede gracias especiales que la
misma Madre de Dios prometió a la humanidad.
Aquí 10 consejos prácticos para
rezar el Rosario todos los días, tomados del libro “El Rosario: Teología de
rodillas”, del sacerdote, escritor y funcionario de la Secretaría de Estado del
Vaticano, Mons. Florian Kolfhaus:
1. Tener el Rosario en el
bolsillo
Todo católico debe tener siempre
un Rosario en su bolsillo. Existe el denario con sólo diez cuentas y que puede
transportarse fácilmente.
Siempre que busques un pañuelo o
una llave antes de salir, recuerda también llevar el Rosario de Jesús y María.
2. Aprovechar el tiempo libre
también para rezar
En la vida cotidiana siempre hay
un "tiempo libre" que podremos aprovechar para rezar el Rosario:
cuando esperamos la consulta médica, un bus, una llamada importante, entre
otros.
Y si por alguna razón una persona
no desea mostrarse en una “sala de espera” como católico practicante, también
puede utilizar sus manos: tenemos diez dedos, para contar con ellos los
Avemarías.
3. Rezar mientras se realizan
quehaceres y deporte
Muchas actividades no requieren
pensar mucho, porque las hacemos mecánicamente. Cuando se pica la cebolla, se
tiende la ropa o se lava el auto también se puede rezar el Rosario. Así como
cuando las personas que se aman piensan en el otro sin importar la actividad
que realicen, el Rosario ayuda a permanecer en sintonía con el corazón de Jesús
y María.
Esto también funciona para muchos
deportes: correr, andar en bicicleta o nadar son actividades en las que se
puede rezar el Rosario al ritmo de la propia respiración (ya sea de forma
interna o en voz alta si estás solo en un campo abierto).
4. Las imágenes y la música
también pueden ayudar
El Rosario es una oración
contemplativa. Más importante que las palabras que usemos, es la predisposición
de nuestro corazón para contemplar cada uno de los misterios.
Para este propósito se puede
buscar en Internet 5 imágenes que nos ayuden a contemplar cada pasaje de la
vida Cristo y María. Por otro lado, la música también puede ser útil si se
ejecuta en un segundo plano para encontrar paz.
5. Canalizar nuestras
distracciones para rezar
Es difícil una oración en la que
no surjan distracciones. Una y otra vez los pensamientos vienen a nuestra
mente: la lista de compras, el cumpleaños de un amigo, una enfermedad o una
preocupación. Si luchamos contra ella en la oración, a menudo es peor.
Es mejor reunir estas
"distracciones" y rezar un Avemaría por las personas, por los amigos
y familiares, por uno mismo y los problemas. De este modo la oración se hace
sincera y personal.
En el camino al trabajo o a la
escuela, ya sea en auto o en bus, en tren o caminando, es posible rezar el
Rosario sin bajar la cabeza y cerrar los ojos.
Rezar mientras nos desplazamos
significa dedicar los Avemarías a las personas con las que hemos establecido
contacto o visto durante el día; también por las empresas e instituciones que
están en mi camino.
Por ejemplo, si veo a un doctor
en mi camino puedo rezar por las personas que atenderán sus enfermedades con
él.
7. Orar de rodillas o
peregrinando
El Rosario puede rezarse siempre
y en todo lugar. A veces, cuando se reza de rodillas o se peregrina se puede
llegar a sentir un "desafío físico". Sin embargo, esto no se trata de
“torturarse” o aguantar el mayor tiempo posible, sino de tener en cuenta que
tenemos un cuerpo y alma para adorar a Dios. Por lo tanto, el rosario es
también una oración de peregrinación.
8. Conectar cada misterio con una
intención
No siempre se tiene que rezar el
Rosario de corrido. A menudo puede ser útil conectar cada misterio con una
preocupación particular: mi madre, un amigo, el Papa, los cristianos perseguidos.
Cuanto más específico sea, mejor. La alabanza y dar gracias a Dios no deben
tampoco estar ausentes.
9. Rezarlo en momentos de sequía
espiritual
Nosotros los cristianos no somos
“yoguis” que debemos cumplir con prácticas ascéticas para “vaciar” nuestra
mente. Si bien nuestra relación con Dios está por encima de cualquier
actividad, hay también momentos de sequía y aflicción en los que no se puede orar.
En estos momentos difíciles,
tenemos que recogernos con el Rosario y simplemente recitar las oraciones. Esto
no es una charla pagana, sino que aquella pequeña chispa de buena voluntad que
ofrecemos a Dios, puede fomentar que el Espíritu Santo avive la llama de
nuestro espíritu.
En tiempos difíciles, incluso
puede ser suficiente sostener el Rosario sin pronunciar una palabra. Este
estado desdichado ante Dios y su madre se convierte en una buena oración y
ciertamente no permanece sin respuesta.
10. Caer dormido rezando el
Rosario
El Rosario no debe estar solo es nuestro
bolsillo, sino en cada mesita de noche. Cuando se intenta conciliar el sueño
también se pueden rezar los Avemarías y es mejor que contar ovejas.
En ocasiones solo las personas
mayores y enfermas se “aferran” al Rosario por la noche debido a las promesas
de seguridad, fortaleza y consuelo. Sin embargo, también en los buenos tiempos
se debe recurrir a esta oración y pedir especialmente por aquellos que sufren.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario