viernes, 29 de noviembre de 2013

¡Pero yo no puedo orar!



Padre de Ravignan sobre la oración:

"Créanme, mis queridos amigos, creen una experiencia madurada con treinta años en el ministerio sagrado. Yo afirmo todos los engaños, todas las deficiencias espirituales, todas las miserias, todas las caídas, los fallos e incluso las más graves extravíos fuera del camino - todos proceden de la misma fuente - una falta de constancia en la oración. Vive la vida de oración, aprender a llevar todo, para cambiar todo en la oración: dolores y tribulaciones y tentaciones de todas clases.

ORAR en la calma, oren por la tormenta;
ORAR al despertar y
ORAR durante el día.
Yendo y viniendo, ORAR!
Cansado y distraído, ORAR!
Pese a todo su repugnancia puede ser, ORAR!
Oren, para que aprendas a orar.

 San Lucas 11:01

"Pero yo no puedo orar!"

Eso es una herejía. Sí, siempre se puede rezar. Si usted se siente un disgusto por, o mejor dicho un horror de la oración, orar, orar, a pesar de ti, contra ti mismo. Rueguen por el valor de la oración que nuestro Salvador agonizante. ¡Santa Teresita! Vengo a tus plantas lleno de confianza a pedirte favores.

La Cruz de la vida me pesa mucho y no encuentro más que espinas entre sus brazos. ¡Florecitas de Jesús! Envía sobre mi alma una lluvia de flores de gracia y de virtud, para que pueda subir el Calvario de la vida embriagado en sus perfumes. Mándame una sonrisa de tus labios de cielo y una mirada de tus hermosos ojos... Que valen más tus caricias que todas las alegrías que el mundo encierra. ¡Dios mío! Por intercesión de Santa Teresita dáme fuerza para cumplir con mi deber y concédeme la gracia que en esta oración te pido.

Amén.

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