¡María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina de la Paz! Tú
viniste a nosotros para llevarnos a Dios. Alcánzanos la gracia de no sólo
decir: ¡Hágase en mí según Tu voluntad!, sino vivirla tal como Tú lo hiciste.
Ponemos en Tus manos nuestras manos, a fin de que puedas conducirnos a Jesús en
medio de todas las aflicciones y pesares. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén.
Rezar el Credo, 7 Padrenuestros, 7 Avemarías y 7 Glorias...
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