Solo hay que estar
muy alertas y saber discernir, porque muchas oraciones que recibimos no son tan
inofensivas como parecen
Mientras estaba
preparándome para la confesión, se me ocurrió leer un folleto para el examen de
conciencia. Una de las preguntas, en el marco del primer mandamiento, era si
uno había tenido algo que ver con las prácticas supersticiosas como oraciones
en cadena, la adivinación, la ouija, etc. Recibo algunos correos electrónicos
con hermosas oraciones que piden al destinatario que los hagan un reenvío del
mismo. ¿Estaría atentando contra el primer mandamiento?
Respuesta:
No hay nada malo
en recibir de e-mails, textos e imágenes con hermosas oraciones, ni mucho menos
retransmitir oraciones o reflexiones que nos hayan parecido muy buenas o con
alto contenido de crecimiento espiritual. Solo hay que estar muy alertas en
estos casos y saber discernir, porque muchas oraciones que recibimos, tanto por
correo electrónico así como por las redes sociales, no son tan inofensivas como
parecen.
Algunas oraciones
en cadena pueden contener cierto lenguaje supersticioso, y esto podemos
apreciarlo cuando notamos que estas sugieren al destinatario que la supuesta
"bendición prometida" sólo la podrás recibir si se transmite el
mensaje o se hacen cientos de copias, por ejemplo:
"...debes
enviarla a 50 personas para que se te haga realidad tu deseo",
"...debes
imprimir 1.000 copias y entregarlas en la misa para que..."
"...sino
reenvías este mensaje en los siguientes 5 minutos, algo malo puede
pasar...", etc...
Las personas con
una conciencia débil o que no posean una fe muy sólida, podrían caer en este
tipo de superstición, por eso es importante estar alertas con este tipo de
cadenas.
El Catecismo de la
Iglesia Católica nos advierte lo siguiente:
"Atribuir su
eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales,
prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la
superstición (cf Mt 23, 16-22)." (CIC 2111)
Por lo tanto, las
oraciones utilizadas en mensajes en cadenas, si pueden llegar convertirse en
una ocasión de pecado si se agregan ciertos elementos "mágicos"
No solo comete la falta
aquel que cree en ellas, también lo hace el que la envia si este tiene el
conocimiento de que está mal. Al colocar a las otras personas en ocasión de
pecado, estarías tu mismo cometiendo una grave falta a la caridad hacia el
prójimo, pues, en vez de buscar su salvación estarías propiciando una posible
falta en la otra persona. (cfr 1 Corintios 8,12-13)
El Catecismo de la
Iglesia Católica dice sobre el primer mandamiento:
"La
superstición es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que
impone. Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, por
ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de algún modo, mágica a ciertas
prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias "(CIC 2111)
Por lo tanto,
tengamos cuidado de no propiciar situaciones supersticiosas y hagamos caer a
nuestros hermanos en cosas no agradable a Dios. Recordemos que una cadena de
oración bien hecha es una manera de compartir pedidos y compromisos de oración
con otras personas y es un acto de caridad hacia el prójimo si se hace con
recta intención, no la utilices con otros fines ni le agregues elementos
"mágicos" que nada tiene que ver con nuestra Fe.
Dios les bendiga.
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Autor: Qriswell J.
Quero | Publicado originalmente en: PildorasdeFe.net
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Catholic Say
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