Virgen María, Madre de Cristo y Madre de todos nosotros,
en este feliz día, te encomendamos a estos niños, redimidos por la Sangre de tu
Hijo, y hechos hijos de Dios por su Espíritu de Amor.
Tú has protegido a tu Hijo Jesús contra los
peligros y los has educado con amor.
Ayúdanos en nuestra misión de padres de estos
niños, para que, según tu ejemplo, en fe y amor, protejamos a nuestros hijos
contra todo mal y que los eduquemos para Dios, a fin de que crezcan sanos y
sean agradables a los ojos de Dios.
Te pedimos esto para que cumplan la misión que Dios
les da: que principalmente es construir el Reino de Dios entre los hombres.
Dios te salve, María llena eres de gracia, el Señor
es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu
vientre Jesús.
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