Estoy ansiosa por
compartir con ustedes cómo comenzó nuestra obra de Santa Filomena. Como mucha
gente, nosotros también teníamos un gran anhelo y a esta querida santa fue a
quien nos volvimos en nuestras imposibles circunstancias. El deseo de nuestro
corazón era tener un niño de nuestra propia carne. Teníamos dos hijos adoptivos
y rezábamos por una pequeña Filomena para completar nuestra familia. Nuestras
oraciones a Santa Filomena siempre dieron fruto de gozo y esperanza.
En 1984 comenzamos
nuestras oraciones luego de leer el libro de la vida San Juan María Vianney.
Fue entonces que mi querida madre me envió el folleto escrito por el Padre Paul
O’Sullivan, el que encendió más nuestra devoción y nos dio dirección.
Escribimos a Mugnano pidiendo sus sacramentales y compartiendo nuestra oración
de petición. Una querida monja Irlandesa, Sor María Filomena, que hablaba
inglés, nos contestó y nos envió el cordón y el aceite benditos, la coronilla y
estampa de oración. Ella nos animó a tener toda esperanza de que nuestra
oración sería contestada, y nos advirtió que rezáramos siempre por la Santa Voluntad
de Dios. Así supimos que el Santuario todavía existía y que su devoción estaba
viva. Comenzamos a copiar oraciones, la historia de su vida y celebramos su
fiesta con un bello pastel decorado en su honor.
Después de haber
compartido nuestra nueva devoción con mi madre, ella inesperadamente me envió
una Reliquia de Primera Clase de Santa Filomena. Por consiguiente, más animados
aún, rezábamos fervientemente. Durante este tiempo vivíamos en La Grande,
Oregon. Después de todas nuestras oraciones nos mudamos a Dickinson, Texas. En
la librería de la Iglesia local de la Parroquia encontramos un artículo de una
página sobre la Venerable Pauline Jaricot y el Rosario Viviente. Hasta entonces
habíamos hecho todo lo posible por ganar el favor de Santa Filomena. ¡Pero aquí
estaba otra vez la palanca a nuestro favor! Formamos un grupo de 15 almas para
rezar el Rosario Viviente, por el Triunfo del Inmaculado Corazón de María y en
honor a Santa Filomena, su patrona y protectora. Un Rosario creció en dos y
estos dos se cuadruplicaron al fin del año. Iniciamos una carta mensual para
nuestros miembros animándolos a ser fieles a su Década e incluimos algo
espiritual, edificante e instructivo.
Añorábamos que los
miembros del Rosario Viviente tomaran parte en la Cofradía de Santa Filomena, y
escribimos de nuevo a Mugnano rogando que este favor fuera concedido a nuestros
miembros. En respuesta, recibimos una nota del Padre Braschi, Rector del
Santuario, diciendo que le gustaría venir a América a visitarnos. Nos causó un
gran impacto. No teníamos nada y solamente deseábamos ser parte de la Cofradía.
El Padre Braschi se dio cuenta que un grupo en América, organizado con una
gaceta y con la habilidad de alcanzar a numerosas personas, era justo lo que se
necesitaba para revivir la devoción a Santa Filomena y esparcirla por todos
lados y de regreso a Italia.
La devoción a
Santa Filomena se estaba extinguiendo en Europa y el Padre no podía conseguir
ningún artículo o información sobre el Santuario publicados en los periódicos
locales. Cuando el Padre supo de nosotros, dijo que el Espíritu Santo lo
inspiró a visitarnos. Él tenía toda la esperanza de que reviviéramos la
devoción y esparcirla por todo el mundo y de nuevo de vuelta a Italia.
Nosotros pagamos
por la jornada del Padre a América, nos encargamos de sus necesidades durante
su visita, tradujimos los libros e información que nos dio y comenzamos de
inmediato a animar a todos los miembros del Rosario Viviente a amar a su
patrona y honrarla de toda manera posible.
Mi esposo estaba
sin empleo en ese tiempo y yo estaba trabajando doble turno de enfermera para
costear la impresión, el envío de información y décadas. Fue una maravillosa
inversión en este apostolado lleno de fe, una década construida sobre otra.
Santa Filomena ha ayudado a todos los que la invocaron y todavía lo hace. Se
publicaron libros, se distribuyeron sacramentales y continuamos enviando
nuestro boletín mensual que, con el tiempo creció y se convirtió en el bello
folleto, las Décadas Dedicadas. La publicación es el hilo vivificante del
Rosario Viviente.
Durante los muchos
años que siguieron, el Padre Braschi estuvo triste por no haber recibido
asistencia económica de nosotros. Pero todo lo que recibíamos volvía a nuestro
esfuerzo misionero universal y heroico para alcanzar almas con el Rosario
Viviente. Sin embargo, peregrinos comenzaron a ir a Mugnano y él sintió mucho
su apoyo. Por consiguiente, su sueño se había hecho realidad: revivir el
Santuario y la peregrinación, aumentando enormemente aquellas almas alcanzadas
por esta poderosa santa, y nuestra misión del Rosario Viviente fue esparcida
por todo el mundo.
En verdad, no
podíamos donar mucho al Santuario en Mugnano, y lo poquito que podíamos mandar
era regresado por el Rector. Nuestro esfuerzo entero estaba enfocado en las
misiones del mundo, tras el gran corazón de nuestra amada Pauline. Sin embargo
sabíamos que todo lo que estábamos haciendo estaba contribuyendo al aumento de
peregrinos y que ellos colmarían de donativos al Santuario. Esta gran
peregrinación creció, creció y creció. Todo lo que se ha hecho en Mugnano es el
fruto de la semilla sembrada por Pauline M. Jaricot, por medio de su familia
espiritual del Rosario Viviente.
En los primeros
días de crecimiento, el Padre Braschi designó al director espiritual de cada
grupo que encabezaba la Cofradía de Santa Filomena, el privilegio de bendecir
el aceite, anualmente, en unión con Mugnano y distribuirlo en su distrito.
Durante el año
siguiente, la peregrinación a Mugnano continuó y aumentó, mientras el Rosario
Viviente crecía rápidamente. Como la designación de décadas en nuestra área con
la obra del Rosario Viviente era universal, comenzamos a recibir una avalancha
de solicitudes de nuestros miembros por todo el mundo para sacramentales de
Santa Filomena. Todo se les daba, absolutamente libre de costo. El área de la
misión es vasta y se necesitaban enormes cantidades. Don Franchesco de Lucía
había animado a la Ven. Pauline M. Jaricot, cuando ella regresó a su hogar en
Francia, a esparcir la devoción de cualquier manera posible. El Padre Braschi
está profundamente agradecido al Rosario Viviente en Dickinson, Texas por el
resurgimiento de la devoción a Santa Filomena en el mundo entero y nosotros
sabíamos que hubiese querido que
continuáramos en la tradición de la Venerable Pauline M. Jaricot. Permanecimos
en constante comunicación con el Vicario de Su Santidad, + Canisius Van Lierde,
hasta su fallecimiento. Él nos animó una y otra vez a continuar y aumentar
nuestro esfuerzo.
Verdaderamente
Santa Filomena nos ha guiado todos estos años y bendecido este heroico esfuerzo
por las almas. Yo creo firmemente que como la Venerable Pauline M. Jaricot fue
la única responsable por la introducción y culminación de la devoción a Santa
Filomena, consiguiendo su elevación al Santo Altar, que nuestra querida Santa
Filomena será singularmente instrumental en llevar a cabo la causa de
Beatificación, de nuestra amada fundadora a la elevación del Santo Altar. Ambas
existen solo para llevar almas al Cordero de Dios y apoyarlas grandemente en
llevar con fe, esperanza y gozo, sus pesadas cargas cotidianas.
Nosotros somos el
Rosario Viviente, con una obligación firme y dada por Dios de honrar a Santa
Filomena, nuestra Patrona y Protectora, y a esparcir su devoción y sacramentales.
El Padre Braschi, como Rector del Santuario Principal, lleva el privilegio y la
obligación de encabezar su Cofradía, unir y esparcir su devoción por todo el
mundo. Nunca puede haber una competencia por poder, dinero o control de ninguna
de estas bellas devociones que residen seguramente en el seno del Inmaculado
Corazón de María.
Santa Filomena, Nueva Luz de la Iglesia Militante,
¡Ruega por nosotros!
Mrs. Patti
Melvin
Directora, (ULRA)
Universal
Living Rosary Association of St. Philomena
P.O.Box 1303, Dickinson, TX 77539 USA
Tomado de cartas de nuestra directora, Patti Melvin a los Asociados, con
el Título de:
¡A Santa Filomena Nada le es rehusado!
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