jueves, 21 de mayo de 2015

¡Pon tus preocupaciones en Dios!


Queridos apóstoles del Inmaculado Corazón:

“Con gran dolor veo todo lo que está sucediendo hoy en todos los países, la Iglesia, gobiernos. ¡Cuánta confianza debemos tener en Nuestra Santísima  Madre! ¡Cuánto apresuramos el Triunfo de Su Inmaculado Corazón con nuestra DÉCADA DIARIA! La vida no es más que un peldaño a la Eternidad! ¡La hora está aquí!

Cuando meditamos sobre Cristo en el Huerto de los Olivos, comprendemos que Él verdaderamente fue hombre. En Su agonía, Él padeció el dolor humano del sufrimiento y la muerte; sufrió la carga del desaliento y necesitó un ángel para confortarlo.

San Pablo fue tentado por la depresión, y seguido, el peso del desaliento era mucho sobre él. Nosotros, que llevamos el trabajo de Cristo y de San Pablo, no podemos esperar escapar un sentido ocasional de algún fracaso. Estos períodos de desolación en nuestra vida son momentos de la verdad. Comprendemos nuestra completa impotencia contra los poderes del imperio de Satanás. Después de una vida de servicio, vemos que muy poquito fruto ha resultado de nuestros esfuerzos en el servicio de Dios. Nos sentimos como Pedro, Santiago y Juan que laboraron toda la noche y no recogieron nada.

El desaliento es a la vez un conocimiento, una crisis y un reto. Escuchamos una voz que nos abre un sendero dentro nuestro que nos dice:  “Rema mar adentro y tira las redes.” Una gracia especial nos revela nuestra insignificancia y completa impotencia. Podemos rendirnos y admitir que hemos estado trabajando por nosotros mismos y dependiendo de nuestra propia fuerza: ó, podemos volvernos a Cristo y escuchar su voz: “No temaís, estoy con vosotros.” Sin Dios, no podemos hacer nada; con su ayuda, todo es posible. La soberbia, la autosuficiencia son las únicas cosas que pueden impedir Su acción en nosotros y a través de nosotros. Cuando nos  sometemos  enteramente a Él, completamente conscientes de nuestra nada, entonces Su Divino Poder nos transformará.”

“Aquí  estoy Señor, habla que tu siervo escucha.”

Patti Melvin, Directora ULRA
Por favor recen por mí.

¡Ven Espíritu Santo, enciende en nosotros el fuego de Tu Amor!


News letter: Mayo 13 2013

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