El Escapulario salvó una casa de un fuego en el mes de mayo de 1957.
Una hilera de casas completas se había incendiado. Una familia de católica vivía en una casa más abajo. El fuego no había llegado todavía a su casa.
Toda la familia corrió a colgar un Escapulario en la puerta principal.
El fuego alcanzó su casa. Por más que las llamas volaron sobre y alrededor de ella, no logró incendiarla.
Ese día se quemaron 22 casas en total, quedando de ellas tan solo las cenizas. Una sola casa quedó en pié. ¡La del Escapulario en la puerta!
Cientos de personas vinieron a ver la casa que había sido salvada por la Virgen.
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