lunes, 14 de septiembre de 2015

Regina Coeli (Reina del Cielo) y el Angelus (Anunciación)




“Regina Coeli” significa en latín “Reina del cielo”

Regina Coeli es una oración mariana y cristológica centrada en la   meditación del misterio de la Resurrección del Señor, que se reza en el tiempo de Pascua, desde el Domingo de Resurrección hasta Pentecostés, en lugar del "Ángelus".

Es la Oración para el tiempo de Pascua.

Al igual que el Ángelus, suele rezarse tres veces al día: al comenzar la jornada, al medio día y al atardecer.

Es una manera de consagrar el día entero a Dios y a la Virgen Santísima, un modo de santificar, con una breve oración el trabajo o el estudio.

Los Papas, desde Juan XXlll, recomiendan a todos los fieles el rezo del Regina Coeli con el cual meditamos el misterio más grande de nuestra fe y nos llenamos de alegría "porque Cristo ha Resucitado".



V. Reina del cielo alégrate; aleluya.
R. Porque el Señor a quien has merecido llevar; aleluya.
V. Ha resucitado según su palabra; aleluya.
R. Ruega al Señor por nosotros; aleluya.
V. Gozate y alegrate, Virgen Maria; aleluya.
R. Porque verdaderamente ha resucitado el Señor; aleluya.





El Ángelus recuerda el momento de la Encarnación y Anunciación, cuando el ángel Gabriel le dijo a la Virgen María que iba a ser la madre de Jesús. Desde los primeros cristianos es costumbre recordar este instante en la vida de María.

Con el paso de los siglos, surgió la tradición de rezar tres Ave Marías y desde el siglo XVI se añadieron tres frases a la Virgen.

El Papa Juan XXIII comenzó a rezarlo en la Plaza de San Pedro los domingos y días festivos antes de cada bendición. Así comenzó la tradición del rezo del Ángelus entre los pontífices, algo que continúa hasta hoy.

El único momento del año donde no se recita el Ángelus es después de la Semana Santa. En ese momento, durante la Pascua de Resurrección, el Ángelus se sustituye por el del Regina Coeli.  Una oración que recuerda la resurrección de Jesús y que se reza hasta la fiesta de Pentecostés. 

ANGELUS

V. El Ángel del Señor anunció a María,
R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.

Avemaría.

Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.


V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.


Avemaría.

Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

V. Y el Verbo se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.

Avemaría.

Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.


Oración

Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo

R. Amén.

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