domingo, 2 de noviembre de 2014

Obra como buen soldado de Cristo


"En cuanto a ti, hijo, que tu fuerza sea la gracia que tienes en Cristo Jesús. Cuanto has aprendido de mí, confirmado por numerosos testigos, confíalo a personas que merezcan confianza y que puedan instruir después a otros.


Soporta las dificultades como un buen soldado de Cristo Jesús. El que se alista en el ejército trata de complacer al que lo contrató, y no se mete en negocios civiles. El atleta no será premiado si no ha competido según el reglamento. Al agricultor que trabaja duro le corresponden en primer lugar los frutos de la cosecha. Entiende lo que quiero decirte; seguramente el Señor hará que lo comprendas todo.


Acuérdate de Cristo Jesús, descendiente de David y resucitado de entre los muertos, según mi evangelio. Por él sufro hasta llevar cadenas como un malhechor; pero la palabra de Dios no está encadenada. Por eso lo soporto todo por el bien de los elegidos, para que también ellos alcancen la salvación que se nos dio en Cristo Jesús y participen de la gloria eterna.


Una cosa es cierta:
si hemos muerto con él, también viviremos con él.
Si sufrimos pacientemente con él, también reinaremos con él.
Si lo negamos, también él nos negará.
Si somos infieles, él permanece fiel,
pues no puede desmentirse a sí mismo."

(2 Timoteo, cap. 2:1-13)

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