Rosario Viviente Universal Puerto Rico: La alegría de servir

viernes, 1 de agosto de 2014

La alegría de servir

Este 4 de Julio, casa llena con nuestros misioneros deseosos de seguir propagando la devoción del Rosario Viviente en P.R. Nuestra familia Promotores de la Diócesis de Mayagüez ; una de nuestra promotoras de la Diócesis de Arecibo; y dos de nuestras misioneras de Arecibo.

Compartiendo un grato momento con nuestra amiga Evelyn y su esposo, promotora de Radio María en el mundo.

Nuestros misioneros en Morovis y donde Dios los llame a servir llevando esta misión con ellos también.

Llevando esta misión, casa por casa,, nuestro Promotor de la Diócesis de Mayagüez.

Aquí nuestros misioneros del pueblo de Hatillo con una de nuestras misioneras de Arecibo.

Nuestra Promotora de la Diócesis de Caguas siempre en acción y alegría en el servicio en busca de almas para Cristo a través del Inmaculado Corazón de María.

Aquí nuestro misionero, hablando a este grupo, sobre la Asociación del Rosario Viviente.

Un misionero que ama a Dios, siempre siente la alegría de servir.

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Capilla Virtual de Santa Filomena

“¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman!

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que Él es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores." Amén.

Estrella del Mar y los Carmelitas

Los marineros, antes de la edad de la electrónica, dependían de las estrellas para marcar su rumbo en el inmenso océano. De aquí la analogía con La Virgen María quien como, estrella del mar, nos guía por las aguas difíciles de la vida hacia el puerto seguro que es Cristo.

Por la invasión de los sarracenos, los Carmelitas se vieron obligados a abandonar el Monte Carmelo. Una antigua tradición nos dice que antes de partir se les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina y ella prometió ser para ellos su Estrella del Mar. Por ese bello nombre conocían también a la Virgen porque el Monte Carmelo se alza como una estrella junto al mar.

Su día se celebra el 12 de Diciembre

Consagración del hogar y la familia al Inmaculado Corazón de María

¡Oh Virgen María!, Queremos consagrar hoy nuestro hogar y cuantos lo habitan a vuestro Purísimo Corazón. Que nuestra casa, como la tuya de Nazaret, llegue a ser un oasis de paz y felicidad por el cumplimiento de la voluntad de Dios, la práctica de la caridad, y el abandono a la Divina Providencia. ¡Que nos amemos todos como Cristo nos enseñó! Ayúdanos a vivir siempre cristianamente y envuélvenos en tu ternura. Te pido por los hijos que Dios nos ha dado (se citan los nombres) para que los libres de todo mal y peligro de alma y cuerpo, y los guardes dentro de Tu Corazón Inmaculado. Amén. ¡Corazón Inmaculado de María, sálvanos!

"Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Tí."

Su día se celebra el 27 de noviembre. Se dice que es la única medalla creada en el cielo, ya que la misma Virgen María le presentó este modelo en apariciones a Santa Catalina Labouré, Francia. La Santísima Virgen le dijo que se acuñara medallas tal como le veía y la distribuyeran. Fueron tantos los milagros que ocurrieron cuando se llevaba con mucha fe y se rezaba la jaculatoria en ella escrita: "Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a tí", que el mismo pueblo la llamó: La Medalla Milagrosa.

¡Oh lindísima flor del Monte Carmelo, vid fecunda, esplendor del cielo; ¡Madre Santísima del Hijo de Dios, ¡Virgen Inmaculada, asísteme en mi necesidad! Oh, Estrella del Mar, ayúdame y enséñame que tú eres mi madre. Oh Madre Santa, Madre de Dios, Reina del cielo y de la tierra, humilde te ruego desde lo más profundo de mi corazón que me ayudes en mi necesidad (decir su petición). No hay nadie que pueda resistir a tu poder. Oh María, concebida sin pecado, ruega por nosotros que hemos recurridos a tí.

(Repetir tres veces). Santa María en tus manos pongo mis súplicas.

(Repetir tres veces). Madre dulcísima en tus manos pongo mi causa.

(Repetir tres veces). Gracias por tu misericordia a mí y mis seres queridos. Amén.