Si es posible, una junta de grupo debe llevarse a cabo para que los Hijos de María puedan ofrecerse apoyo y ánimo mutuamente para vivir la Consagración. En el lugar que se haya facilitado, la junta se abre con una oración:
Líder: Ten a bien, oh Dios líbrame; Todos: Señor, aprésurate a socorrerme.Todos: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, amén.
Todos: Acordaos, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestro auxilio, haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a vos acudo, oh Madre, Virgen de la vírgenes, y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.
(Ave María...tres veces por la pureza).
La junta debe ser social e informativa. Es un tiempo para convivencia e instrucción. Ideas para la junta mensual pueden buscar en el sitio web, http://www.thechildrenofmary.net y en la gaceta de La Congregación Como Hijos de María; somos llamados a responder a las necesidades de los que nos rodean. Como miembros de la Congregación, debemos esforzarnos activamente para ser de servicio gozosamente en nuestros hogares, escuelas, parroquias y comunidades.
Oraciones finales:
Líder: Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a vos.
Todos: Ave María (3 veces por la Iglesia y las intenciones del Santo Padre).
Todos: Oh, purísima virgen y gloriosa mártir Santa Filomena, a quien Dios ha revelado al mundo en estos tristes tiempos para ayudar a restaurar la fe, sostener la esperanza e inflamar la caridad de almas cristianas, miradnos ante vos y recibid nuestras plegarias. Obtened para nosotros esa pureza por la que sacrificásteis todos los placeres pasajeros de este mundo; esa fortaleza de alma que os hizo resistir los más terribles ataques y ese ardiente amor por Nuestro Señor Jesucristo, que las más dolorosas torturas no pudieron destruir, a fin de que, imitandoos en esta vida, podamos un día ser coronados con vos en el Cielo.
Amén.
Todos: Somos vuestros y todo lo que tenemos es vuestro. Oh Amorosísimo Jesús, por María, os amamos, salvad sacerdotes, salvad almas!
Tomado del Manual de: Congregación de los Hijos de María
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