domingo, 11 de septiembre de 2016

La bendición del Hogar




Dios bendiga esta casa y a quienes la habitan,
y el dintel luminoso de su entrada.
Bendito el fuego de este hogar,
su mesa, y cuanto sitio de descanso haya.
Bendito sea el cristal que el rayo deje
de la luz penetrar por la ventana.
Bendita la cumbrera que la ciñe,
Y las fuertes paredes que la guardan.
La paz divina con la paz del hombre,
alumbrarán de amor esta morada.
Amén.

Consagración a los Corazones de Jesús y de María


 
Consagración al Sagrado Corazón de Jesús

Señor Jesucristo, Redentor del género humano, nos dirigimos a tu Sacratísimo Corazón con humildad y confianza, con reverencia y esperanza, con profundo deseo de darte gloria, honor y alabanza. Señor Jesucristo, Salvador del mundo, te damos las gracias por todo lo que eres y todo lo que haces. Señor Jesucristo, Hijo de Dios Vivo, te alabamos por el amor que has revelado a través de Tu Sagrado Corazón, que fue traspasado por nosotros y ha llegado a ser fuente de nuestra alegría, manantial de nuestra vida eterna. Reunidos juntos en Tu nombre, que está por encima de todo nombre, nos consagramos a tu Sacratísimo Corazón, en el cual habita la plenitud de la verdad y la caridad. 
Al consagrarnos a Ti, los fieles (persona o de lugar) renovamos nuestro deseo de corresponder con amor a la rica efusión de tu misericordioso y pleno amor. Señor Jesucristo, Rey de Amor y Príncipe de la Paz, reina en nuestros corazones y en nuestros hogares.
Vence todos los poderes del maligno y llévanos a participar en la victoria de tu Sagrado Corazón.  ¡Que todos proclamemos y demos gloria a Ti, al Padre y al Espíritu Santo, único Dios que vive y reina por los siglos de los siglos! Amén

Consagración al Doloroso e Inmaculado Corazón de María

¡Oh Corazón Inmaculado de María, por tu perfecta comunión de amor con el Corazón de Jesús, eres la escuela viviente de total consagración y dedicación a Su Corazón! En tu Corazón, Oh Madre, queremos vivir para aprender a amar, sin divisiones, al Corazón de Jesús; a obedecerle con diligencia y exactitud; servirle con generosidad y a cooperar activa y responsablemente en los designios de Su Corazón. Deseamos consagrarnos totalmente a tu Doloroso e Inmaculado Corazón que es el camino perfecto y seguro para llegar al Corazón de Jesús. 

Tu Corazón, es también refugio seguro de gracia y santidad, donde nos vamos liberando y sanando de todas nuestras oscuridades y miserias. Deseamos pertenecer a tu Corazón, Oh Virgen Santísima, sin reservas y en total disponibilidad de amor a la voluntad de Dios, que se nos manifestará a través de tu mediación maternal.
En virtud de esta consagración, Oh Inmaculado Corazón, te pedimos que nos guardes y protejas de todo peligro espiritual y físico. Qué nuestros corazones ardan con el fuego del Espíritu como arde tu Corazón.  Qué unidos a ti, que eres la portadora por excelencia de Cristo para el mundo, y ungidos por el poder del Espíritu Santo, seamos instrumentos para la Gloria de Dios y la salvación de las almas. Amén

Un Minuto con el Niño Jesús




Bendíceme, Niño Jesús y ruega por mí sin cesar. 
Aleja de mí, hoy y siempre el pecado. 
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mí. 
Si cien veces caigo, cien veces levántame. 
Si me dejas Niño, ¿Qué será de mí? 
En los peligros del mundo asísteme. 
Quiero vivir y morir bajo tu manto. 
Quiero que mi vida te haga sonreír. 
Mírame con compasión, no me dejes Jesús mío. 
Y, al final, sal a recibirme y llévame junto a Tí. 
Tu bendición me acompañe hoy y siempre. 
Amén. Aleluya.  

Rezar un Gloria.