martes, 19 de mayo de 2015

No es vano lo que estás haciendo por el Señor


No es vano aunque el entorno se te presente totalmente árido y conflictivo. Aunque sientas que tus palabras son ignoradas y echadas en un saco roto. Quiero decirte que estás justamente donde Dios así lo pensó para ti. Es allí donde te ha constituido un sembrador de Su Palabra.

¡¡A ti te corresponde sembrar la Palabra!!

Te corresponde hacerlo independientemente donde estés y con quien estés; si son muchas o pocas las personas; será Dios quien se encargue de hacerla fructiferar, no tú. Solamente eres quien porta la semilla y la siembra.

Traigo a tu memoria esas palabras que Dios puso en el Profeta Isaías, 55: 9-11:

“Así, como el cielo está muy alto por encima de la tierra, así también mis caminos se elevan por encima de sus caminos y mis proyectos son muy superiores a los de ustedes. Como baja la lluvia y la nieve de los cielos y no vuelven allá sin haber empapado la tierra, sin haberla fecundado y haberla hecho germinar, para que dé la simiente para sembrar y el pan para comer, así será la palabra que salga de mi boca. No volverá a mí con las manos vacías sino después de haber hecho lo que yo quería, y haber llevado a cabo lo que le encargué.”

Tu solamente siembra empleando al máximo los dones, las capacidades y recursos que Dios te ha dado. Úsalos, no los desperdicies, por algo te han sido dados, sino, ¿Qué sentido tendría tenerlos?
Es necesario que seas muy responsable y diligente al hacerlo. Ese ha sido el trabajo que Dios te ha asignado en el lugar en el cual estás hoy. Si…. Justamente allí.

Tu labor es precisamente esa: sembrar la Palabra de Dios en los corazones de las personas que te rodean; del resto, Él se encargará.

Ten la plena certeza que NO estás sol@. Dios mismo se ha comprometido contigo para respaldarte en tu labor. De Él viene la capacidad que tienes. De Él viene la protección que te brinda a cada paso que das, independientemente hacia donde te dirijas. De Él viene la provisión que suple todas y cada una de tus necesidades básicas.

En esta fecha específica, Dios confirma el llamado que ha hecho a tu vida; te lo confirma a pesar de todas tus incapacidades, y a pesar de tus errores repetitivos cometidos en el pasado. Dios desea contar contigo en esta ardua pero valiosa tarea.

No sé cómo están tus ánimos o tu disposición. Solo Dios te conoce. Pero dile nuevamente hoy:
“Heme aquí, envíame a mí.” Isaías 6:8

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