sábado, 25 de enero de 2014

Historia completa de las apariciones en Fátima, Portugal



Los pastorcitos de FátimaComo preparación a las apariciones de Nuestra Señora, un ángel quien se identificó como el "Ángel de Portugal", le habló en primer lugar a los niños diciéndoles: "No temáis. Yo soy el ángel de la Paz. Rezad conmigo".

Luego él se arrodilló, doblándose hasta tocar el suelo con su frente y rezó: "Dios mío, yo creo, yo adoro, espero y yo te amo!, Te pido perdón por aquellos que no creen, no adoran, no esperan y no te aman!" El dijo esta oración tres veces. Cuando se paró, le dijo a los niños "Rezad así. Los corazones de Jesús y María están atentos a la voz de sus súplicas". Él dejó los niños quienes empezaron a decir esta oración frecuentemente.



Las apariciones del Ángel de Portugal (1916)

En la Portugal rural del 1917 no es inusual el ver a los niños llevando a sus rebaños a pastorear. Esto es lo que los niños de la familia Marto y Santos, todos primos, hacían en estos días. Casi siempre eran Lucía Santos, Francisco Marto y su hermana Jacinta, los que con gusto tomaban esta responsabilidad agradecidos por el chance de estar al aire libre y de jugar mientras las ovejas pastoreaban en silencio. Ellos llevaban a pequeños grupos de ovejas a pastorear en parcelas pertenecientes a sus padres en diferentes partes de la sierra, el altiplano en el que se encontraba el pueblito de Fátima (donde la Iglesia parroquial se encontraba) y Aljustrel (donde vivían los niños). Dos miradores favoritos eran las colinas que miraban a Aljustrel, cerca de un campo llamado Loca do Cabeco (Lugar de la Cabeza) y la Cova da Iria (Enseñada de Irene) a un distancia de Fátima. En estos lugares ocurrieron las apariciones que cambiarían el curso de la vida de estos niños y de la historia del siglo 20.



La primera aparición del Ángel

En la primavera de 1916 Lucía, Francisco y Jacinta tuvieron su primer encuentro con un mensajero celestial. Escribiendo en sus memorias, compuestas bajo obediencia a su obispo, Lucía nos cuenta sobre esa primera reunión:

Fuimos esa vez a la propiedad de mis padres, que está abajo del Cabeco, mirando hacia el este. Se llama Chousa Velha.

Como a mitad de mañana comenzó a lloviznar y subimos la colina, seguidos de las ovejas, en busca de una roca que nos protegiera. Así fue como entramos por primera vez en el lugar santo. Está en la mitad de una arboleda de olivos que pertenece a mi padrino, Anastasio. Desde allí uno puede ver la aldea donde yo nací, la casa de mi padre y también Casa Velha y Eira da Pedra. La arboleda de obispos, que en realidad pertenece a varias personas, se extiende hasta estos lugares.

Pasamos el día allí, a pesar que la lluvia había pasado y el sol brillaba en el cielo azul. Comimos nuestros almuerzos y comenzamos a rezar el rosario. Después de eso comenzamos a jugar un juego con guijarros. Pasaron tan solo unos segundos cuando un fuerte viento comenzó a mover los árboles y miramos hacia arriba para ver lo que estaba pasando, ya que era un día tan calmado. Luego comenzamos a ver, a distancia, sobre los árboles que se extendían hacia el este, una luz más blanca que la nieve con la forma de un joven, algo transparente, tan brillante como un cristal en los rallos del sol. Al acercarse pudimos ver sus rasgos. Nos quedamos asombrados y absorbidos y no nos dijimos nada el uno al otro. Luego él dijo:

"No tengan miedo. Soy el ángel de la paz. Oren conmigo."

Él se arrodilló, doblando su rostro hasta el suelo. Con un impulso sobrenatural hicimos lo mismo, repitiendo las palabras que le oímos decir:

Mi Dios, yo creo en ti, yo te adoro, yo te espero y yo te amo. Te pido perdón por los que no creen, no te adoran, no te esperan y no te aman.

Después de repetir esta oración tres veces el ángel se incorporó y nos dijo:

Oren de esta forma. Los corazones de Jesús y María están listos para escucharlos.

Y desapareció. Nos dejó en una atmósfera de lo sobrenatural que era tan intensa que estuvimos por largo rato sin darnos cuenta de nuestra propia existencia. La presencia de Dios era tan poderosa e intima que aún entre nosotros mismo no podíamos hablar. Al día siguiente, también esta atmósfera nos ataba, y se fue disminuyendo y desapareció gradualmente. Ninguno de nosotros pensó en hablar de esta aparición o hacer ningún tipo de promesa en secreto. Estabamos encerrados en el silencio sin siquiera desearlo.

El efecto intenso de esta aparición del Angel tuvo sobre los niños, fue diferente a la experiencia un tanto serena con al Virgen el año siguiente. Lucía dice:

No sé porque pero las apariciones de la Virgen produjeron en nosotros efectos muy diferentes que los de las visitas del ángel. En las dos ocasiones sentimos la misma felicidad interna, paz y gozo, pero en vez de la posición física de postrarce hasta el piso que impuso el ángel, nuestra Señora trajo una sensación de expansión y libertad, y en vez de este aniquilamiento en la presencia divina, deseábamos solamente exaltar nuestro gozo. No había dificultad al hablar cuando nuestra Señora se apareció, había más bien por mi parte un deseo de comunicarme.

Esta diferencia puede tal vez ser explicada de la siguiente manera. Los ángeles cualquiera que sea su coro tienen en común con Dios una naturaleza espiritual, no mezclada con la materia. La bondad de su ser, llena de justicia divina de acuerdo con el nivel de gloria dado a cada uno, irradia esa santidad sin mediación, por tanto proporcionada a la capacidad de los seres humanos para experimentarla. No sin razón las escrituras demuestran cuan fácil se puede confundir a un ángel apareciéndose a un hombre con el mismo Dios. (Apoc. 19:10, 22:9). Sin embargo, cuando se aparece nuestra Señora, aunque su gloria es mayor a la del más alto serafín, su naturaleza humana cubre esta gloria, así como pasó con la naturaleza de nuestro Señor, aún después de su Resurrección.

Aunque los ángeles también pueden aparecer en una forma más mundana, debe haber sido parte del propósito divino el revelarle a los niños algo de la Santidad de Dios. Lucía nos dice sobre este efecto que tardó en desaparecer:

Sus palabras se sumieron tan profundamente en nuestras mentes que nunca las olvidamos, hasta el punto en que pasábamos largos ratos de rodillas repitiéndolas, a veces hasta que nos caíamos exhaustos.



La Segunda Aparición del Ángel

Durante el verano de 1916 los tres primos estaban jugando en el calor del día en el jardín cerca del pozo detrás de la casa de los Santos en Aljustrel. Lucía describe cómo el ángel se les apareció una vez más, castigándolos por su falta de seriedad espiritual.

De repente vimos al mismo ángel cerca de nosotros.

¿Que están haciendo? Ustedes deben rezar!. Rezar!. Los corazones de Jesús y María tienen designios Misericordiosos para ustedes. Deben ofrecer sus oraciones y sacrificios a Dios, el Altísimo.

¿Pero como nos debemos sacrificar? Pregunté.

En todas las formas que puedan ofrezcan sacrificios a Dios en reparación por los pecados por los que Él es ofendido, y en suplicación por los pecadores. De esta forma ustedes traerán la paz a su país, ya que yo soy su ángel guardián, el Angel de Portugal. Además, acepten y soporten con paciencia los sufrimientos que Dios les enviará.

Esta aparición renovó el mismo efecto profundo que tuvo el primero en ellos. Francisco, quien a lo largo de las apariciones del ángel y de nuestra Señora podía ver pero no escuchar, no tuvo éxito en obtener de las niñas las palabras que el ángel había dicho hasta el próximo día. Lucía nos dice:

Las palabras del ángel se sumieron en lo profundo de nuestras almas como llamas ardientes, mostrándonos quien es Dios, cual es su Amor por nosotros, y cómo Él quiere que nosotros le amemos también, el valor del sacrificio y cuanto Le agrada, cómo El lo recibe para la conversión de los pecadores. Es por eso que a partir de ese momento comenzamos a ofrecerle aquellos que nos mortificara.



La Tercera Aparición del Ángel



Lucía no está segura de cuando ocurrió la tercera aparición del ángel, ella cree recordar que fue a finales de Septiembre o Octubre de 1916. Habiéndose dirigido a Cabeco con sus rebaños, y estando más atentos a las palabras del ángel, ellos se arrodillaron inmediatamente para orar la oración que les enseño el ángel: Dios mío, yo creo en ti, yo te adoro…etc.

Después de haber repetido esta oración no sé cuantas veces vimos a una luz extraña brillar sobre nosotros. Levantamos nuestras cabezas para ver que pasaba. El ángel tenía en su mano izquierda un cáliz y sobre él, en el aire, estaba una hostia de donde caían gotas de sangre en el cáliz. El ángel deja el cáliz en el aire, se arrodilla cerca de nosotros y nos pide que repitamos tres veces:

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente, y te ofrezco el precioso cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Jesucristo, presente en todos los tabernáculos del mundo, en reparación de los sufragios, sacrilegios e indiferencia por medio de las cuales Él es ofendido. Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y por el Inmaculado Corazón de María, pido humildemente por la conversión de los pobres pecadores.

Después se levantó, tomó en sus manos el cáliz y la hostia. La hostia me la dio a mí y el contenido del cáliz se los dio a Jacinta y a Francisco, diciendo al mismo tiempo,

Tomen y beban el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo terriblemente agraviado por la ingratitud de los hombres. Ofrezcan reparación por ellos y consuelen a Dios.

Una vez más él se inclinó al suelo repitiendo con nosotros la misma oración tres veces: O Santísima Trinidad…etc. y desapareció. Abrumados por la atmósfera sobrenatural que nos envolvía, imitamos al ángel en todo, arrodillándonos postrándonos como él lo hizo y repitiendo las oraciones como él las decía.

Fue de esta forma en la que fueron catequizados en oración, sufrimiento por reparación, y en al doctrina de la Santa Eucaristía, y fortalecidos por el Pan de Angeles, que los niños de Fátima fueron preparados para la visita de la Reina de Portugal, la Inmaculada Virgen María.



Apariciones de la Santísima Virgen María (1917)

Casi 8 meses pasaron desde la última aparición del Ángel. Lucía, Francisco y Jacinta continuaron a obrar lo que el ángel les había enseñado, orando y ofreciendo sacrificios al Señor. Lucía tenía ahora 10 años, Francisco nueve en Junio y Jacinta acababa de cumplir siete en marzo cuando el 13 de mayo de 1917, decidieron de llevar sus ovejas en unas colinas que pertenecían al padre de Lucía conocidas como Cova da Iria, o Ensenada de Irene. Fue ahí, solo con una excepción, donde la Santísima Virgen bajo el nombre de Nuestra Señora del Rosario se les apareció en seis ocasiones en 1917, y una novena vez en 1920 (sólo a Lucía).

Tan importante como el lugar y el momento eran la situación a nivel mundial. En esos momentos la Primera Guerra Mundial hacía estragos en Europa, conduciendo a la humanidad a la forma más salvaje de guerra vista hasta el día de hoy. En la lejanía de Moscu, Lenin preparaba la revolución que volcó el orden social Ruso en Noviembre de 1917 y en la que se sumergió eventualmente casi la mitad de los habitantes de esta tierra. Fue en este contexto en el que el cielo intercede por la tierra para proveer el antídoto para los males morales y sociales del mundo – el mensaje de Fátima.



Aparición del 13 de mayo de 1917

Llevando a su rebaño fuera de Aljustrel en la mañana del 13 de mayo, la fiesta de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, los tres niños pasaron Fátima, donde se encontraban la parroquia y el cementerio, y procedieron más o menos un kilómetro hacia el norte a las pendientes de Cova. Aquí dejaron que sus ovejas pastorearan mientras ellos jugaban en la pradera que llevaba uno que otro árbol de roble. Después de haber tomado su almuerzo alrededor del mediodía decidieron rezar el rosario, aunque de una manera un poco truncada, diciendo sólo las primeras palabras de cada oración. Al instante, ellos fueron sobresaltados por lo que después describieron como un "rayo en medio de un cielo azul". Pensando que una tormenta se acercaba se debatían si debían tomar las ovejas e irse a casa. Preparándose para hacerlo fueron nuevamente sorprendidos por una luz extraña.

Comenzamos a ir cuesta abajo llevando a las ovejas hacia el camino. Cuando estabamos en la mitad de la cuesta, cerca de un árbol de roble (el gran árbol que hoy en día está rodeado de una reja de hierro), vimos otro rayo, y después de da unos cuantos pasos más vimos en un árbol de roble (uno más pequeño más abajo en la colina) a una señora vestida de blanco, que brillaba más fuerte que el sol, irradiando unos rallos de luz clara e intensa, como una copa de cristal llena de pura agua cuando el sol radiante pasa por ella. Nos detuvimos asombrados por la aparición. Estabamos tan cerca que quedamos en la luz que la rodeaba, o que ella irradiaba, casi a un metro y medio.

"Por favor no teman, no les voy a hacer daño."

Lucía respondió por parte de los tres, como lo hizo durante todas las apariciones

¿De dónde eres?

Yo vengo del cielo.

La Señora vestía con un manto puramente blanco, con un borde de oro que caía hasta sus pies. En sus manos llevaba las cuentas del rosario que parecían estrellas, con un crucifijo que era la gema más radiante de todas. Quieta, Lucía no tenía miedo. La presencia de la Señora le producía solo felicidad y un gozo confiado.

"¿Que quieres de mi?"

Quiero que regreses aquí los días trece de cada mes por los próximos seis meses a la misma hora. Lugo te diré quien soy, y qué es lo que más deseo. I volveré aquí una séptima vez.

" ¿Y yo iré al cielo?"

Sí, tu irás al cielo.

" ¿Y Jacinta?"

Ella también irá

"¿Y Francisco?"

Él también, amor mío, pero primero debe decir muchos Rosarios

La Señora miró a Francisco con compasión por unos minutos, matizado con una pequeña tristeza. Lucía después se recordó de algunos amigos que habían fallecido.

"¿Y María Neves está en el cielo?

Sí, ella esta en el cielo

"¿y Amelia?"

Ella está en el purgatorio.

Se ofrecerán a Dios y tomarán todos los sufrimientos que El les envíe?

¿En reparación por todos los pecados que Le ofenden y por la conversión de los pecadores?

"Oh Sí, lo haremos"

Tendrán que sufrir mucho, pero la gracia de Dios estará con ustedes y los fortalecerá.

Lucía relata que mientras la Señora pronunciaba estas palabras, abría sus manos, y Fuimos bañados por una luz celestial que parecía venir directamente de sus manos. La realidad de esta luz penetró nuestros corazones y nuestras almas, y sabíamos que de alguna forma esta luz era Dios, y podíamos vernos abrazada por ella. Por un impulso interior de gracias caímos de rodillas, repitiendo en nuestros corazones: "Oh Santísima Trinidad, te adoramos. Mi Dios, mi Dios, te amo en el Santísimo Sacramento"

Los niños permanecían de rodillas en el torrente de esta luz maravillosa, hasta que la Señora habló de nuevo, mencionando la guerra en Europa, de la que tenían poca ninguna noción.

Digan el Rosario todos los días, para traer la paz al mundo y el final de la guerra.

Después de esto ella se comenzó a elevar lentamente hacia el este, hasta que desapareció en la inmensa distancia. La luz que la rodeaba parecía que se adentraba entre las estrellas, es por eso que a veces decíamos que vimos a los cielos abrirse.

Los días siguientes fueron llenos de entusiasmo, aunque ellos no pretendían que fueran así. Lucía había prevenido a los otros de mantener a su visita en secreto, sabiendo correctamente las dificultades que ellos experimentarían si los eventos se sabrían. Sin embargo la felicidad de Jacinta no pudo ser contenida, cuando prontamente se olvidó de su promesa y se lo reveló todo a su madre, quien la escuchó pacientemente pero le dio poca credibilidad a los hechos. Sus hermanos y hermanas se metían con sus preguntas y chistes. Entre los interrogadores solo su padre, "Ti" Marto estuvo inclinado a aceptar la historia como verdad. El creía en la honestidad de sus hijos, y tenía una simple apreciación de las obras de Dios, de manera que él se convirtió en el primer creyente de las apariciones de Fátima.

La madre de Lucía, por otro lado, cuando finalmente escuchó lo que había ocurrido, creyó que su propia hija era la instigadora de un fraude, si no una blasfemia. Lucía comprendió rápidamente lo que la Señora quería decir cuando dijo que ellos sufrirían mucho. María Rosa no pudo hacer que Lucía se retractara, aún bajo amenazas. Finalmente la llevó a la fuerza donde el párroco, el padre Ferreira, sin tener éxito. Por otro lado, el padre de Lucía, quien no era muy religioso, estaba prácticamente indiferente, atribuyendo todo a los caprichos de mujeres. Las próximas semanas, mientras los niños esperaban su próxima visita de la Señora en Junio, les revelaron que tenían pocos creyentes, y muchos en contra en Aljustrel y Fátima



Aparición del 13 de junio de 1917

En Portugal el trece de Junio es una gran fiesta, la fiesta de San Antonio de Lisboa, conocido común mente como San Antonio de Padua. Este obrero milagroso franciscano nació en Lisboa y había entrado a la vida religiosa como un Canon Ragular de la Santa Cruz, residiendo primero en Lisboa y después en Coimbra antes de dejar la orden Portuguesa para ingresar a la nueva orden de Hermanos Menores y esperar por el martirio. Esta era, y es, la fiesta de los niños en Portugal, de manera que los padres de Lucía naturalmente pensaron que las festividades de la parroquia de Fátima distraerían a Lucia de su cita en Cova. Sin embrago, no afectada por esta táctica Lucía y los Marto procedieron al sitio de la aparición para cumplir con su cita al mediodía.

Cuando ellos llegaron vieron que había una pequeña multitud esperándolos.

Después de haber recitado el rosario con Jacinta y Francisco junto con las personas que estaban presente, vimos otra vez, el reflejo de luz que se nos acercaba (solíamos decir que eran rayos) y después, a Nuestra Señora en el roble como en mayo.

" Por favor dígame, Señora, ¿qué es lo que quiere de mí?"

Quiero que vengas aquí el día trece del mes que viene. Quiero que continúes diciendo el Rosario todos los días. Después de cada misterio, mis hijos, quiero que recen de esta manera. "Oh mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno. Lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu Divina Misericordia". Quiero que aprendan a leer y escribir, y luego les diré que más quiero de ustedes.

"¿Nos llevarás al cielo?"

Sí, me llevaré a Jacinta y a Francisco muy pronto, pero tú te quedarás un poco más, ya que Jesús desea que tu me hagas conocer y amar en la tierra. El también desea que tu establezcas devoción en el mundo entero a mi Inmaculado Corazón.

"¿Debo permanecer en el mundo sola?"

No sola, hija mía, y no debes estar triste. Yo estaré contigo siempre, y mi Inmaculado Corazón será tu consuelo y el camino que te llevará hacia Dios.

En el momento en el que ella dijo las últimas palabras, abriendo sus manos, Ellas nos transmitió por segunda vez, el reflejo de esa luz intensa. En ella sentíamos que estabamos sumergidos en Dios. Jacinta y Francisco parecían estar en la parte de la luz que se elevaba hacia los Cielos, y yo en la parte que se derramaba sobre la tierra. En frente de la palma de la mano derecha de Nuestra Señora estaba un corazón rodeado de espinas que parecían clavársele. Entendimos que era el Inmaculado Corazón de María ofrecido por los pecados de la humanidad, deseando ansiosamente reparación.

La aparición luego terminó como en la primera ocasión, con la Señora elevándose hacia el este y desapareciendo en la "inmensidad de los cielos".

A pesar del gozo de esos preciosos momentos el dolor de los niños continuó las siguientes semanas, moderado por la creencia de muy pocos de los presentes en Cova ese día. Ellos sabían que algo inusual había ocurrido – vieron los "rayos", algunos percibieron un cierto oscurecimiento del sol, otros una pequeña nube gris que iba y venía mientras ocurría la aparición y ellos creyeron. Sin embrago, las dificultades con sus familia no cesaron, especialmente con sus madres, quienes estaban verdaderamente alarmadas ya que los eventos no sólo continuaban sino que más bien se expandían. A ésto se le añadió la ardua cautela del párroco, que sospechaba que después de todo esto fuera a ser real pero de del demonio



Aparición del 13 de Julio de 1917

Mientras se acercaba la fecha de Julio lucía continuaba a ser turbada por las palabras de su pastor que advertía que el diablo podría estar detrás de estas apariciones. Finalmente, ella le confió a Jacinta que su intensión era de no ir. Pero cuando el día finalmente llegó, sus miedos y ansiedades se desaparecieron, de manera que a las doce estaba en Cova con Jacinta y Francisco, esperando la llegada de la bella Señora.

La aparición del 13 de julio provó ser en muchas formas la parte más controversial del mensaje de Fátima, proveyendo un secreto en tres partes que los niños guardaron celosamente. Las primeras dos partes, la visión del infierno y la profecía del futuro role de Rusia y como prevenirlo, no serían reveladas hasta que Lucía las escribió en su tercer diario, en obediencia al obispo, en 1941. La tercera parte, comúnmente conocido como el Tercer Secreto, fue más tarde comunicado al obispo, quien lo envió sin leer al Papa Pío XII.

Unos minutos después de haber llegado a Cova da Iria, cerca del encino, donde un gran número de personas estaban rezando el Rosario, vimos un flash de luz una vez más, y un momento después Nuestra Señora se apareció en el encino.

"Lucía", dijo Jacinta, "habla. La Señora te está hablando"

"¿Si? Dijo Lucía. Ella habló humildemente, pidiendo perdón por sus dudas con todos sus gestos, y le dijo a la Señora "¿Qué quieres de mi?

Quiero que vengan aquí el día trece del mes que viene. Continúen diciendo el Rosario todos los días en honor a Nuestra Señora del Rosario, para obtener la paz del mundo y el final de la guerra, porque sólo ella puede obtenerlo.

"Sí, Sí"

" Yo quisiera preguntarle quien es usted, y si puede hacer un milagro para que todo el mundo sepa a ciencia cierta que se ha aparecido"

Deben venir aquí todos los meses, y en octubre yo te diré quien soy y lo que quiero. Después haré un milagro para que todos crean.

Por tanto segura de lo que hacía, Lucia comenzó a poner ante la Señora las peticiones que todos le habían confiado. La Señora dijo muy gentilmente que ella curaría a algunos, pero que a otros ella no curaría.

"¿Y el hijo paralítico de Maria da Capelinha?"

No, no será curado ni de su enfermedad ni de su pobreza, y debe de asegurarse de decir el Rosario junto a su familia todos los días.

Otro caso encomendado por Lucía a la Señora fue el de una mujer enferma de Atougia quien pidió que se la llevaran al cielo.

Dile que no tenga prisa. Dile que yo sé muy bien cuando yo vendré a buscarla.

Hagan sacrificios por los pecadores, y digan seguido, especialmente cuando hagan un sacrificio: Oh Jesús, esto es por amor a Ti, por la conversión de los pecadores, y en reparación por las ofensas cometidas contra el Inmaculado Corazón de María.

Mientras Nuestra Señora decía estas palabras abrió sus manos una vez más, como lo había hecho en los dos meses anteriores. Los rayos de luz parecían penetrar la tierra, y vimos como si fuera un mar de fuego. Sumergidos en este fuego estaban demonios y almas en forma humana, como tizones transparentes en llamas, todos negros o color bronce quemado, flotando en el fuego, ahora levantadas en el aire por las llamas que salían de ellos mismos junto a grandes nubes de humo, se caían por todos lados como chispas entre enormes fuegos, sin peso o equilibrio, entre chillidos y gemidos de dolor y desesperación, que nos horrorizaron y nos hicieron temblar de miedo. (debe haber sido esta visión la que hizo que yo gritara, como dice la gente que hice). Los demonios podían distinguirse por su similitud aterradora y repugnante a miedosos animales desconocidos, negros y transparentes como carbones en llamas. Horrorizados y como pidiendo auxilio, miramos hacia Nuestra Señora, quien nos dijo, tan amablemente y tan tristemente:

Ustedes han visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Es para salvarlos que Dios quiere establecer en el mundo una devoción a mi Inmaculado Corazón. Si ustedes hacen lo que yo les diga, muchas almas se salvarán, y habrá paz. Esta guerra cesará, pero si los hombres no dejan de ofender a Dios, otra guerra más terrible comenzará durante el pontificado de Pio XI. Cuando ustedes vean una noche que es iluminada por una luz extraña y desconocida (esto ocurrió en Enero 28, 1938) sabrán que esta es la señal que Dios les dará que indicará que está apunto de castigar al mundo con la guerra y el hambre, y por la persecución de la Iglesia y del Papa.

Para prevenir esto, vengo al mundo para pedir que Rusia sea consagrada a mi Inmaculado Corazón, y pido que los primero Sábados de cada mes se hagan comuniones en reparación por todos los pecados del mundo. Si mis deseos se cumplen, Rusia se convertirá y habrá paz, si no, Rusia repartirá sus errores alrededor del mundo, trayendo nuevas guerras y persecuciones a la Iglesia los justos serán martirizados y el Santo Padre tendrá que sufrir mucho, ciertas naciones serán aniquiladas. Pero al final mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre consagrará a Rusia a Mi, y esta será convertida y el mundo disfrutará de un período de paz. En Portugal al fe siempre será preservada…(Aquí viene la parte del secreto que aún no ha sido revelado). Recuerden no deben decirle esto a nadie más que a Francisco.

Cuando ustedes recen el Rosario, digan después de cada misterio: O mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, especialmente a las más necesitadas de tu divina Misericordia.

" ¿Hay algo más que quieras de mi?"

No, no quiero más nada de ti hoy.

Luego, al igual que antes Nuestra Señora comenzó a ascender hacia el Este, hasta que finalmente desapareció en la inmensa oscuridad del firmamento.

La posesión del Secreto probó ser una gran prueba para los tres pequeños. La familia, los vecinos, seguidores de la aparición, hasta el clero, trató sin éxito que fuera revelado. Finalmente, en cuanto el día de la aparición se acercaba hasta el gobierno civil, que era secular y venenosamente anti clerical, alarmado por el número de personas que estaban interesándose en los eventos de Fátima, atentaron con arrebatárselos y en el proceso exponer a la Iglesia como colaboradora en un fraude.



Aparición del 19 de agosto de 1917

Bajo el pretexto de proveerles su propio automóvil, para que los niños pudieran trasladarse seguramente en medio de la multitud que rodeaba sus hogares, el administrador civil o alcalde del distrito en el que estaba ubicado Fátima, llegó a Aljustrel en la mañana del 13 de agosto. En un atentado para conocer "la verdad" sin éxito, el 11 de agosto, Arturo Santos, un apóstata Católico y Masón de alto rango, había planeado una trampa que dejaría a los niños bajo su custodia para forzarlos a revelar todo. Como acto de buena fe, se ofreció para llevar a los tres niños y a sus padres a ver al párroco, quien él decía que quería verles, y así se fue a Cova. En la casa parroquial él abandonó esta artimaña así como a los padres llevándose solo a los niños hasta la cede del distrito en Vila Nova de Ourem, a unas 9 millas de distancia. Aquí el intentó comprarlos, los amenazó de muerte y encerrándolos en una celda con otros "criminales" para hacerlos retractar de su historia. Todos esto sin ningún resultado. A pesar de sus edades, su fe en la Señora y su coraje fueron imperturbables.

Mientras tanto en Cova al mediodía del día 13 los signos externos característicos de la aparición se hicieron visibles para la multitud, la mayor multitud hasta los momentos. Después que estos signos terminaron la multitud se dispersó, sin saber sobre las trampas tendidas por el gobierno.

Sin embargo, el "juicio" de los niños continuó por dos días, preocupando de gran modo a sus familias. Finalmente, en la fiesta de la Asunción el 15 de agosto, el Administrados los condujo de nuevo a Fátima y los dejó a los pies de la rectoría. Aquí fueron vistos por la gente que salía de Misa tratando de determinar por parte de Ti Marto dónde habían estado los niños. Su furia se volcó contra el conductor del auto y contra el Alcalde cuando llegó un poco más tarde, ambos ansiosos de escapar ilesos. Este fue el único esfuerzo serio por parte de la autoridades por intervenir con la Señora de Fátima.

En cuanto a los planes de la Señora, fueron retrasados un poco. El Domingo 19 Lucía, su hermano Juan y Francisco estaban pastoreando sus ovejas en un lugar llamado Valinhos. Estaba ubicado al lado de la misma colina opuesta a Aljustrel donde se les apareció el ángel dos veces, un poco más al norte. Alrededor de las 4 de la tarde, presintiendo que la Señora estaba apunto de aparecerce, Lucía trató sin éxito de convencer a John que fuera a buscar a Jacinta hasta que le ofreció unos cuantos centavos por la diligencia. Mientras ella y Francisco esperaban vieron la luz típica. El momento en el que Jacinta llegó se apareció la Señora.

"¿Qué quieres de mí?"

Vengan otra vez a Cova da Iria el trece del mes que viene, mi hija, y continúen rezando el Rosario todos los días. El último día yo haré un milagro para que todos crean.

"¿Qué debemos hacer con las ofrendas que deja la gente en Cova da Iria?"

Quiero que hagan dos andas (para cargar estatuas) para la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Quiero que tu y Jacinta lleven una de ellas con dos otras niñas. Ustedes dos se vestirán de blanco. Y luego quiero que Francisco, con tres niños ayudándolo, cargue la otra. Los niños también han de vestir de blanco. Lo que quede de las ofrendas ayudará para la construcción de la capilla que ha de ser construida aquí.

Lucía luego preguntó por la curación de algunos enfermos.

Algunos los curaré durante este año, (mirándolos tristemente) Oren, oren mucho. Hagan sacrificios por los pecadores. Muchas almas se van al infierno, porque nadie está dispuesto a ayudarlas con sacrificios.

Habiendo dicho esto se retiró como lo había hecho en otras ocasiones.



Aparición del 13 de septiembre de 1917



A pesar del ridículo y las burlas causadas por la prensa secular y atea, más de 30,000 personas se reunieron en Cova para la aparición del mes de septiembre. Ahora mientras se recitaba el Rosario la multitud pudo ver a los niños ponerse de pie mirando hacia el este y ver como la admiración se apoderaba de sus rostros. Un momento mientras los niños esperaban, mirando y mirando, sus ojos en el encino, sus gozo encendido como una llama. Ya habían caido de rodillas de nuevo, y personas cerca de Lucía la escucharon decir:

"¿Qué quieres de mi?"

Continúen diciendo el Rosario, mis hijos. Díganlo todos los días para que cese la guerra. En octubre vendrá nuestro Señor, así como Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y Nuestra Señora del Monte Carmelo. San José se aparecerá con el Niño Jesús para bendecir al mundo.

A Dios le agradan sus sacrificios, pero no quiere que se pongan los cordones de noche para ir a dormir. Sólo pónganselos durante el día.

"¿Tengo las peticiones de muchas personas que piden tu ayuda. Asistirás a una niña que es sordo muda?"

Ella mejorará en un año.

"¿Y las conversiones que algunos han pedido? ¿Las sanaciones de los enfermos?"

Algunas las curaré a otras no. Nuestro Señor no confía en todos ellos.

"¿Quieres que se construya una capilla pequeña aquí con el dinero que las personas han dejado aquí?"

Sí, deseo que se construya una pequeña capilla en honor de Nuestra Señora del Rosario. Pero diles que se utilice sólo la mitad de este dinero para esto. La otra mitad será para las dos andas que ustedes ya saben.

"Muchos creen que yo soy una impostora y un fraude, dicen que merezco ser colgada o quemada. ¿Puedes por favor hacer un milagro para que ellos crean?"

En Octubre hará un milagro que permitirá que todos crean.

Le entrevista se había terminado. La visión se elevó como antes, y Lucís, señalando a la Señora le dijo a la multitud, " Si desean verla, ¡miren! ¡miren!"

Durante la noche del 12 al 13 de octubre había llovido toda la noche, empapando el suelo y a los miles de peregrinos que viajaban a Fátima de todas partes. A pie, por carro y carrozas venían, entrando a la zona de Cova por el camino de Fátima – Leiria, que hoy en día todavía pasa frente a la gran plaza de la Basílica. De ahí bajaban hacia el lugar de las apariciones. Hoy en día en el sitio está la capillita moderna de vidrio, encerrando la primera que se construyó y la estatua de Nuestra Señora del Rosario de Fátima donde estaba el encino.

En cuanto a los niños, lograron llegar a Cova entre las adulaciones y el escepticismo que los había perseguido desde mayo. Cuando llegaron encontraron críticos que los cuestionaban su veracidad y la puntualidad de la Señora, quien había prometido llegar al medio día. Ya habían pasado las doce según la hora oficial del país. Sin embargo cuando el sol había llegado a su apogeo la Señora se apareció como había dicho.

"¿Qué quieres de mi?"

Quiero que se construya una capilla aquí en mi honor. Quiero que continúen diciendo el Rosario todos los días. La guerra pronto terminará, y los soldados regresarán a sus hogares.

"Si, Si"

"¿Me dirás tu nombre?"

Yo soy la Señora del Rosario.

"Tengo muchas peticiones de muchas personas. ¿Se las concederás?"

Algunas serán concedidas, y otras las debo negar. Las personas deben rehacer sus vidas y pedir perdón por sus pecados. No deben de ofender más a nuestro Señor, ya es ofendido demasiado!

" ¿Y eso es todo lo que tienes que pedir?"

No hay nada más.

Mientras la Señora del Rosario se eleva hacia el este ella tornó las palmas de sus manos hacia el cielo oscuro. Aunque la lluvia había cedido, nubes oscuras continuaban a oscurecer el sol, que de repente se escapa entre ellos y se ve como un suave disco de plata.

"¡Miren el sol!"

En este momento dos distintas apariciones pudieron ser vistas, el fenómeno del sol presenciado por los 70,000 espectadores y aquella que fue vista sólo por los niños. Lucía describe esta aparición en su diario.

Después que la Virgen se desapareció en la inmensa distancia del filmamento, vimos San José y al Niño Jesús que parecían estar bendiciendo el mundo, ya que hacían la señal de la cruz con sus manos. Un poco después cuando esta aparición terminó ví a Nuestro Señor y a Nuestra Señora, me parece que era la Dolorosa. Nuestro Señor parecía bendecir al mundo al igual que lo había hecho San José. Esta aparición también desapareció y ví a Nuestra Señora una vez más, parecida a nuestra Señora del Carmen (Sólo Lucia vió la última aparición, anticipando su entrada al Carmelo unos años después.

Estas serían las últimas apariciones en Fátima para Jacinta y Francisco. Sin embargo a Lucía nuestra Señora se la apareció una séptima vez en 1920, como lo había prometido la Señora el mes de mayo. Esta vez Lucía estaba en oración en la Cova, antes de dejar Fátima para ir a un internado de niñas. La Señora vino para alentarla a que se dedicara enteramente a Dios.

Mientras los niños veían las diversas apariciones de Jesús, María y San José, la multitud presenció un prodigio diferente, el ahora conocido como el famoso milagro del sol. Entre los testigos estaban los siguientes:

O Seculo (un periódico de Lisboa por gobierno y anticlerical).

Desde el camino, donde estaban estacionados los vehículos donde cientos de personas se habían quedado ya que no querían vencer el lodo, uno podía ver la gran multitud volverse hacia el sol, que parecía sin nubes y estaba en su apogeo. Parecía una placa de pura plata y se podía mirar fijamente sin incomodar. Pudo haber sido un eclipse que sucedía en ese momento. Pero en ese mismo momento se produjo un gran grito, y uno podía escuchar a los espectadores más cercanos gritas: ¡un milagro! ¡un milagro!

Ante el asombro reflejado en los ojos de los espectadores, cuya semblanza era bíblica ya que todos tenían la cabeza descubierta, y que buscaban ansiosamente algo en el cielo, el sol temblaba, hizo ciertos movimientos repentinos fuera de las leyes cósmicas – el sol "danzaba" de acuerdo a las expresiones típicas de la gente.

Había un viejecito parado en las escaleras de un ómnibus con su rostro volteado hacía el sol que recitaba el credo en alta voz. Pregunté quien era y me dijeron que era el señor Joao da Cunha Vasconcelos. Lo ví después dirigiéndose a los que estaban a su alrededor con sus sombreros puestos y les imploró vehementemente que se descubrieran sus cabezas ante tan extraordinario milagro.

La gente se preguntaban los unos a los otros lo que habían visto. La gran mayoría admitió ver el sol danzando y temblando, otros afirmaban que habían visto el rostro de la Virgen Santísima. Otros juraron que vieron el sol girar como una rueda que se acercaba a la tierra como si fuera a quemarla con sus rayos. Algunos dijeron haber visto cambios de colores sucesivamente.

O Dia (otro diario de Lisboa, edición 17 de octubre de 1917)

" A la una en punto de la tarde, mediodía solar, la lluvia cesó, el cielo de color gris nacarado iluminaba la vasta región árida con una extraña luz. El sol tenía como un velo de gasa transparente que hacía fácil el mirarlo fijamente. El tono grisáceo madre perla que se tornó en una lámina de plata que se rompió cuando las nubes se abrían y el sol de plata envuelto en el mismo velo de luz gris, se vio girar y moverse en el circulo de las nubes abiertas. De todas las bocas se escuchó un gemido y las personas cayeron de rodillas sobre el suelo fangoso…..

La luz se tornó en un azul precioso, como si atravesara el vitral de una catedral y esparció sus rayos sobre las personas que estaban de rodillas con los brazos extendidos. El azul desapareció lentamente y luego la luz pareció traspasar un cristal amarillo. La luz amarilla tiñó los pañuelos blancos, las faldas oscuras de las mujeres. Lo mismo sucedió en los árboles, las piedras y en la sierra. La gente lloraba y oraba con la cabeza descubierta ante la presencia del milagro que habían esperado. Los segundos parecían como horas, así de intensos eran.



Ti Marto (padre de Jacinta y Francisco)

Podíamos mirar con facilidad el sol, que por alguna razón no nos cegaba. Parecía titilar primero en un sentido y luego en otro. Sus rayos se esparcían en muchas direcciones y pintaban todas las cosas en diferentes colores, los árboles, la gente el aire y la tierra. Pero lo más extraordinario para mi era que el sol no lastimaba nuestros ojos. Todo estaba tranquilo y en silencio y todos miraban hacia arriba. De pronto pareció que el sol dejó de girar. Luego comenzó a moverse y a danzar en el cielo, hasta que parecía desprenderse de su lugar y caer sobre nosotros. Fue un momento terrible.



María Capelinha (una de las primeras creyentes)

El transformó todo de diferentes colores – amarillo, azul y blanco, entonces se sacudió y tembló, parecía una rueda de fuego que caía sobre la gente. Empezaron a gritar "¡nos va ha matar a todos!", otros clamaron a nuestro Señor para que los salvara, ellos recitaban el acto de contrición. Una mujer comenzó a confesar sus pecados en voz alta, diciendo que había hecho esto y aquello….



Cuando al fin el sol dejó de saltar y de moverse todos respiramos aliviados. Aun estabamos vivos, y el milagro predicho por los niños fue visto por todos.

Yo estaba mirando hacia el lugar de las apariciones, esperando serena y fríamente que algo sucediera, y con una curiosidad en descenso por que había pasado mucho tiempo sin que sucediera nada que me llamara la atención, entonces escuche miles de voces gritar y vi que la multitud de pronto se voltio, hacia el lado contrario, sus espaldas en contra del sitio donde yo tenía dirigida mi atención y miré al cielo del lado opuesto.

La hora legal era cerca de las 2 de la tarde, alrededor del medio día solar. EL sol unos momentos antes había aparecido entre unas nubes, las cuales lo ocultaban y brillaba clara e intensamente. Yo me volví hacia el magneto que parecía atraer todas las miradas y lo vi como un disco con un aro claramente marcado, luminoso y resplandeciente, pero que no hacía daño a los ojos. No estoy de acuerdo con la comparación que escuchado han hecho en Fátima y la de un pesado disco plateado. Era un color más claro rico y resplandeciente que tenía algo del brillo de una perla. No se parecía en nada a la luna en una noche clara porque al uno verlo y sentirlo parecía un cuerpo vivo. No era una esfera como la luna ni tenía el mismo color o matiz. Perecía como una rueda de cristal hacha de la madre de todas las perlas. No se podía confundir con el sol visto a través de la neblina (por que no había neblina en ese momento), porque no era opaca, difusa ni cubierta con un velo. En Fátima daba luz y calor y aparentaba un claro cofre con un arco bien difundido.
http://webcatolicodejavier.org/VFapariciones.html

María, enséñame a ser como tú


María, enséñame a recibir los anuncios de Dios como tú; a ser lleno de Gracia,
a no tener miedo de la acción del Espíritu Santo, a concebir en mi corazón a tu Hijo, a iluminar a todos con su luz.

Enséñame a confiar en la sombra del Altísimo, a creer que para Dios nada es imposible y a vivir según Su voluntad.

Enséñame a estar dispuesto a servir siempre, a llevar a todos al Espíritu Santo - a gritar que Dios hace maravillas.

Enséñame a mirar las obras de Dios
y verle en toda la Creación,
a proclamar que El es Santo,
a no olvidar Su misericordia
y confiar en Dios Padre Todopoderoso.

Enséñame a no ser orgulloso, a no ser soberbio, a tener hambre de Dios,
a compartir la vida con todos, a hacer todo lo que tu Hijo me diga.

María enséñame a ser como tú.

Amén

¡ IMAGENES SI, ÍDOLOS NO !

Por: P. Juan Rivas , L.C. Director Radio Misiones, California, USA




"Yo soy Jehová tu Dios, ... No tendrás otros dioses extraños delante de mí. No te harás para ti, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos o abajo de la tierra, o en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas ni les servirás porque yo soy Jehová tu Dios". Deuteronomio 5, 6-9

Querido hermano cristiano, yo sé que tú amas la Biblia y por tanto estás dispuesto a obedecer todo lo que la Biblia enseña ¿No es verdad? Pues te voy a decir una cosa, todas las citas bíblicas que encontrarás  están tomadas de la Biblia protestante de Reyna - De Valera y tú mismo las podrás cotejar en tu Biblia.

Recuerda que Dios es luz y en El no hay tiniebla alguna. Lee: 1 Juan 1,5; y por eso el que ama la luz busca la verdad, aclarar, distinguir. En cambio el que no ama la luz, no le gusta aclarar, ni distinguir porque quiere engañar y confundir. Veamos...

Sí, la Biblia prohibe la idolatría. Eso está claro. Lee: Exodo 20,2-6 y Deuteronomio 5,6-9. Ahí dice: "Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de Egipto, de casa de siervos. No tendrás otros dioses extraños delante de mí. No harás para ti, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, o abajo en la tierra, o en las aguas debajo de la tierra: No te inclinarás a ellas ni les servirás; porque yo soy Jehová tu Dios."

* Distingamos:

Observa tú que aquí hay dos prohibiciones: La primera de no dar culto a otros dioses y la segunda de no hacer imágenes.

Los evangélicos y fundamentalistas bíblicos nunca hacen esta distinción y por eso se confunden.

* Aclaremos:

Dios lo que prohibe es la idolatría y nunca, por ningún motivo, se debe adorar y dar culto a otros dioses porque sólo hay un Dios verdadero Jehová. Pero Dios no prohibe hacer y tener cualquier imagen, sino sólo las imágenes de dioses: "No tendrás otros dioses".

LA PRUEBA.

a) Sentido común. Si Dios prohibiera toda imagen, estaría prohibiendo el arte, la escultura, la pintura, la fotografía. Los mismos evangélicos venden "Biblias en imágenes" para los niños. Precisamente S. Juan Crisóstomo defendía las imágenes en las iglesias, "para que los iletrados puedan leer al menos en las imágenes lo que no pueden leer en los libros."

Los que nos acusan a los católicos de "tener imágenes" ellos mismos llevan la foto de su novia en la cartera, y nosotros ¿No podemos llevar una estampita de María? Sus hijos pueden tener posters de "ídolos del deporte" en sus cuartos. Y nosotros ¿No podemos tener una imagen de Cristo?

b) Prueba histórica. Los primeros cristianos tenían imágenes en las catacumbas: el pez, símbolo de Cristo; un pastor con la oveja sobre los hombros, símbolo de el Buen Pastor; siete hombres sentados a la mesa, símbolo de la Eucaristía.

c) Prueba teológica. En el Antiguo Testamento, Dios era invisible, no tenía cuerpo ni figura y, por tanto, no era lícito representar a Dios con imágenes. Pero desde que Cristo se hizo imagen visible del Dios invisible, ya no es pecado hacer imágenes. Lee: Colosenses 1, 15. Estudia: CIC (Catecismo de la Iglesia Católica) n. 1159 ss.

d) Prueba Bíblica. Los judíos entendieron que el tener imágenes no era una prohibi-ción absoluta, por eso Moisés hizo dos querubines de oro macizo; Exodo 25,18. Esculpió la serpiente de bronce; Números 21,4-9. Salomón mandó poner en el templo dos querubines de madera; 1Reyes 6,23. Estudia: CIC 2129 ss.

A pesar de lo que el sentido común dice, la historia demuestra, la teología prueba y la Biblia enseña, los evangélicos objetan que Jehová sí puede mandar hacer imágenes porque El puede hacer lo que quiera. Pero así lo único que logran es presentar a Dios como caprichoso; primero prohibe una cosa y después manda hacer lo contrario.

En cambio la explicación católica aclara todo: Moisés y Salomón hicieron imágenes, porque esas imágenes no eran representaciones idolátricas. Dios prohibe la idolatría pero no las imágenes. Por eso los católicos decimos: ¡Imágenes sí, ídolos no!

AHORA SI YA VAMOS ACLARANDO VARIAS COSAS:

1. Prohibición absoluta:

La idolatría está prohibida, nadie puede dar culto a otros dioses porque hay un sólo Dios verdadero: Jehová. (Nosotros lo llamamos como Jesús nos enseñó: Padre Nuestro)

2. Prohibición relativa:

No es lícito hacer imágenes de dioses, pero toda otra imagen sí está permitida ya sea para fines de arte o para fines religiosos y pueden estar en lugares de culto como los ángeles en el Arca de la Alianza y los querubines en el templo de Salomón.

EL PAPA NOS ENSEÑA:

A propósito de las imágenes Juan Pablo II ha escrito una Carta Apostólica: "Duodecimum Seculum". Ahí dice el Papa que la "controversia de las imágenes" es ya muy antigua y se dió en los siglos V, VII y VIII. En aquellos tiempos era más fácil caer en las prácticas idolátricas y sin embargo la Iglesia permitía que el Señor, la Bienaventurada Virgen María y los mártires y santos fuesen representados bajo formas pictóricas o plásticas.

Y da dos razones: Primero, para sostener la oración y devoción de los fieles. Y segundo, porque para todos estaba claro que, como San Basilio había dicho: "el honor tributado a la imagen va dirigido al que lo representa". Y San Gregorio Magno enseñaba: "Las imágenes son útiles para que los iletrados, mirándolas, puedan leer al menos en las paredes, lo que no son capaces de leer en los libros, que de la visión de los hechos brote el sentido de compunción y así se llegue a la adoración de la única omnipotente Trinidad".

Los iconoclastas eran hombres que querían destruir toda imagen. El Papa dice: "El error de estos iconoclastas está en que ponen en duda toda visión cristiana de la realidad de la Encarnación. Es decir, el plan de Dios era manifestarse visiblemente en la carne" -y el Papa responde con la Biblia en la mano- "Cristo es la imagen del Dios invisible"; Colosenses 1,15. "Y el Verbo se hizo carne..." Jn. 1,14. "Vieron al Cordero que quita el pecado del mundo" Jn. 1,29. Por tanto desde que Cristo se hizo imagen visible del Dios invisible ya no es pecado tener imágenes.

EL CULTO A LOS SANTOS Y A LA VIRGEN MARÍA

* Distingamos.

1. Culto absoluto es el que se da solamente a Dios por ser quien es. "Está escrito: Adorarás al Señor tu Dios y a El sólo darás culto." Lucas 4,8.

2. Culto relativo es el que se da a los santos y especialmente a María por las maravillas que el Todopoderoso ha hecho en ellos. Lee: Lc 1,48-49. El que esto no quiere distinguir sólo busca confundir.

* Aclaremos.

Así como alabando a la pintura alabamos al pintor, de la misma manera, alabando a la creatura, por lo que Dios hizo en ella, alabamos a su Creador. Lee: Gálatas 1,24.

Por tanto hay dos tipos de culto: "Adoración" que se da sólo a Dios por lo que es y "veneración" que se da a los santos por lo que Dios hace en ellos. El que no distingue, confunde.

Una vez aclarado esto ya no hay posibilidad de confusión. Es probable que no entiendas muchas cosas del culto católico, pero el que no las entiendas no significa que sean falsas o erróneas. Si tú deseas saber la verdad pregunta a quien esté bien informado.

"CREO EN UN SOLO DIOS"

* Nuestra fe es conocida por todos.

Los católicos profesamos: "Creo en un solo Dios verdadero.." y no en muchos dioses. Esta es la fe que profesamos públicamente. El que sabiendo esto nos acusa de idólatras, miente.

* Los santos no son dioses.

Idolo es la representación de un dios, pero ni S. Francisco es "el dios de las palomas", ni S. Martín de Porres el "dios de los ratoncitos", ni mucho menos María la diosa Astarté. Por tanto, no son ídolos que roban a Dios honor y gloria, sino hijos de Dios que se distinguieron por su virtud y autenticidad de vida cristiana. Por eso su devoción con-siste principalmente en imitar sus virtudes.

* Distinguir entre imagen y persona.

El culto idolátrico va dirigido a la imagen que tiene ojos y no ve, boca y no habla... Lee: Salmo 115, 4-6. El culto al santo va dirigido a la persona que representa la imagen. Los santos sí ven y hablan con Dios como con un amigo. Lee: Lucas 9,30. El que afirma lo contrario contradice la palabra de Dios. Estudia : CIC 2132.

EL MUNDO DE LA IMAGEN

* El mundo de hoy es el mundo de la imagen:

El mundo de hoy es el mundo de cine, televisión, prensa. Nuestros hijos se sienten atraídos por lo "ídolos" inmorales y violentos que esos medios les presentan. Hoy más que nunca ellos necesitan la imagen que les recuerde al héroe cristiano y al santo.

* Antídoto contra el mundo.

Las imágenes de los santos nos recuerdan no sólo sus personas, sino también su vida, su amor a Cristo hasta la muerte y, sobre todo, su fe. Sus vidas nos recuerdan que hay un solo camino: Cristo y que todos estamos llamados a ascender la montaña de la virtud. Sus imágenes son un reclamo a vivir el Evangelio con exigencia y con rigor. Su recuerdo impide inventar una fe o predicar un Evangelio diferente al que ellos predicaron y vivieron.Por eso los que pretenden reinventar el cristianismo quieren borrar la memoria de los santos.

Si en todas partes se recuerda a los héroes de la patria ¿por qué los cristianos no vamos a recordar a los héroes de nuestra verdadera patria, el cielo?

ORACIÓN

Proclamamos Señor que sólo tú eres santo, sólo tú eres bueno y nadie puede serlo sin tu gracia, por eso reconocemos las maravillas que haz hecho en Maria y los santos y te pedimos tu gracia para imitar su ejemplo. Amén.

El Objetivo de Radio Misiones Corp. es exponer la fe católica con claridad y vigor, y ofrecer una herramienta de evangelización a todos los cristianos. Util para la reflexión personal y estudios.

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http://www.mercaba.org/FICHAS/hombrenuevo.org/imagenessi_idolosno.htm

lunes, 13 de enero de 2014

Usar el Agua Bendita



El agua bendita es un sacramental que usa la Iglesia en muchas de sus ceremonias y pone a nuestra disposición como una ayuda para nuestra santificación y protección. El agua es uno de los cuatro elementos primordiales de los Antiguos y a ella está ligada naturalmente la idea de purificación. El agua, además, refresca y da vida. Sin ella ésta no sería posible sobre la Tierra. En el santo bautismo se nos recuerda la doble función del agua, hecha materia de este sacramento: lava el pecado original y da la nueva vida sobrenatural al alma. Por eso se la bendice solemnemente en la Vigilia de Pascua, que recuerda el paso de los hebreos por el Mar Rojo a pie enjuto, librándose de la esclavitud de Egipto y entrando en el camino hacia vida nueva en la tierra prometida.

El agua bendita, la que se usa como sacramental (que trae su origen del agua lustral de la Ley Mosaica, presente asimismo en otros ritos purificatorios de la Antigüedad), también es bendecida, aunque no con la solemnidad del agua destinada a la pila bautismal. Se exorciza primero para quitar de ella todo influjo maligno y se la sala un poco para significar la incorrupción. La sal que para ello se utiliza también es exorcizada y se la bendice. Las oraciones que trae el Rituale Romanum para bendecir el sacramental del agua (Ordo ad faciendam aquam benedictam) son bellas y dignas de ser meditadas.

La Iglesia usa el agua bendita para santificar las cosas creadas. No hay bendición en la que no se asperja con ella la persona, el ser o la cosa objeto de la misma. Con ella acompaña a los difuntos en su último viaje. También es una eficaz arma contra las insidias diabólicas. Cada domingo, antes de la misa mayor, se lleva a cabo la aspersión solemne del agua bendita, que comienza por la hermosa antífona Asperges me (en tiempo pascual Vidi aquam). El celebrante comienza tomándola él para sí y después recorre la nave de la iglesia rociando con el hisopo a los fieles congregados. Es una costumbre que, desgraciadamente, se ha enrarecido en nuestros templos.

También en cada iglesia, santuario u oratorio suele haber una pila de agua bendita a la entrada. El fiel que entra en el sagrado recinto, lo primero que debe hacer es acercarse a tomarla con las yemas de los dedos y signarse. Existe un díptico latino que sirve para acompañar este gesto y es muy significativo:



Haec aqua benedicta
sit nobis salus et vita.


(Que esta agua bendecida
Nos dé salvación y vida)

Es recomendable que en cada hogar haya también una pequeña pila de agua bendita para que nos acostumbremos a tomarla antes de iniciar nuestra jornada, al salir de casa y regresar. El agua se puede obtener pidiéndola en la parroquia o que nos la bendiga algún sacerdote. De preferencia sería aconsejable asistir a su bendición, con los exorcismos y plegarias, lo que constituye una magnífica catequesis. Si vemos que se va agotando el agua bendita que tenemos en casa, basta añadir de a pocos una cantidad que sea menos de la mitad de lo que nos queda del agua bendita original para que todo quede bendecido. Sin embargo, a no ser en caso de necesidad, es mejor pedirla nueva cada vez.

No dejemos la saludable costumbre de emplear el agua bendita en nuestras acciones principales. Es un auxilio muy fácil que la Iglesia pone a nuestra disposición.



Acto de Reparación al Inmaculado Corazón de María



¡Oh Inmaculado Corazón de María, traspasado de dolor por las injurias con que los pecadores ultrajan vuestro Santísimo nombre y vuestras excelsas prerrogativas! Aquí tenéis, postrado a vuestros pies, un indigno hijo vuestro que, agobiado por el peso de sus propias culpas, viene arrepentido y lloroso, y con ánimo de resarcir las injurias que, a modo de penetrantes flechas, dirigen contra Vos hombres insolentes y malvados.

Deseo reparar, con este acto de amor y rendimiento que hago delante de vuestro amantísimo Corazón, todas las blasfemias que se lanzan contra vuestro augusto nombre, todos los agravios que se infieren a vuestras excelsas prerrogativas y todas las ingratitudes con que los hombres corresponden a vuestro maternal amor e inagotable misericordia.

Aceptad, ¡oh Corazón Inmaculado!, esta pequeña demostración de mi filial cariño y justo reconocimiento, junto con el firme propósito que hago de seros fiel en adelante, de salir por vuestra honra cuando la vea ultrajada y de propagar vuestro culto y vuestras glorias. Concededme, ¡oh Corazón amabilísimo!, que viva y crezca incesantemente en vuestro santo amor, hasta verlo consumado en la gloria. Amén.

Rezar tres Avemarías en honra del poder, sabiduría y misericordia del Inmaculado Corazón de María, menospreciado por los hombres. Terminar con las siguientes jaculatorias:

¡Oh Corazón Inmaculado de María, compadeceos de nosotros!

Refugio de pecadores, rogad por nosotros.

¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

Avemaría, Padrenuestro y Gloria por las intenciones del Papa.

miércoles, 8 de enero de 2014

Patrona de aquellos en apuros financieros....



La Venerable Pauline Marie Jaricot justamente ha ganado su lugar como Patrona de aquellos en apuros financieros. Ella es madre de los pobres, abogada de los deudores, socorro para todos los traicionados, los perseguidos y difamados.

Esta gran hija de la Santa Iglesia Católica, nació en el seno de una acaudalada familia de mercaderes de seda. Ella es la Fundadora de las dos obras más grandes de la Iglesia Católica en el siglo19

LA PROPAGACIÓN DE LA FE Y EL ROSARIO VIVIENTE.

Pauline estaba muy conmovida por la situación apremiante de la familia Católica cuyos miembros jóvenes ya ancianos, trabajaban largos horarios en las fábricas y hasta en domingo. Ella añoraba establecer una comunidad para ellos en la que pudieran ganarse la vida y tener tiempo de rezar, ir a misa y una mejor calidad de vida con su familia.

Ella invirtió toda su fortuna en esta empresa y tomó pesados préstamos de gente buena que conocía su juicio sensato y habilidad práctica para convertir en éxito todo lo que emprendía por Dios y por su Patria.

Pauline fue traicionada por un pérfido ladrón que se fugó con su fortuna. Todo lo que se había invertido en este inspirado sueño de rescatar al obrero de la esclavitud de la era industrial se perdió. La dejaron destituida, calumniada y en ruina.

El 9 de enero de 1862, Pauline muere en bancarrota y abandonada por todos. Despojada de todo, había seguido a Cristo hasta el fin como una víctima por las almas. Ella firmaba sus cartas: “Tu pobre limosnera”.

Vestida de negro, la cara agobiada por el sufrimiento, jadeante por la enfermedad del corazón e hidropesía, su expresión no solo era una de valor y caridad, sino majestuosa. Pauline demostró dignidad regia, sus facciones estaban llenas de autoridad y poseía un poder espiritual que nada la podía vencer.

El Cardenal Tomko, prefecto de la Comunidad de Evangelización, visitó Lyon en 1999 y la saludó como:

UNA GRAN FIGURA PARA LA IGLESIA CATÓLICA, QUE FUNDÓ OBRAS MISIONERAS DE DIMENSIONES MUNDIALES.

La Venerable Pauline Marie Jaricot justamente se ha ganado su lugar como patrona de aquellos en apuros financieros. Ella es madre de los pobres, abogada de los deudores, socorro para todos los engañados traidoramente por otros, los perseguidos y los difamados. Ella entiende su situación y las ansiedades que la acompañan y los acechan.

Llama a Pauline que sufrió al extremo a manos de los codiciosos y de los soberbios. Ella oirá tus oraciones, aliviará tu carga y obtendrá para ti las gracias especiales que necesitas para llevar tus pesadas cruces con valor y esperanza.

Su corazón es sensible, y vendará tus heridas con el bálsamo de los méritos que ella obtuvo del Corazón de Dios por medio de su lento martirio que sufrió día tras día. María fue confiada con su cuidado por San Juan Vianney y nos dice:

“Seguido, una aureola de luz brillaba alrededor de su cabeza de nuestra madre Pauline mientras rezaba por largas horas ante el Santísimo Sacramento.”

Muchos documentos existen que registran el don especial de profecía que Pauline poseía.


 Oración a la Venerable Pauline Marie Jaricot

Oh corazón de Pauline, hoguera de caridad para toda la humanidad, confórtame ya ayúdame en mi urgente necesidad (aquí se menciona su petición. Tú haz amado a Jesucristo más que nada en toda la tierra, y por amor a Él, haz amado, más que a tí misma, a todos los que están en tribulación y dolor.

Un Padre Nuestro, Ave María y Gloria

El conservador de los artefactos de Pauline nos ha dado una reliquia de sangre; una pieza del lienzo sobre el que descansó su magnífico corazón mientras lo embalsamaban. Está empapado de la sangre del corazón víctima de nuestra Fundadora. Si deseas tener una pieza del lienzo tocado a la reliquia, y una oración para ofrecer a Pauline pidiéndole ayuda en tus necesidades financieras, escríbenos y envía $3.00 para cubrir los costos de material y franqueo.

Si todavía no eres miembro de su Rosario Viviente, esto también será un bálsamo curativo para tus sufrimientos y su acogida será más grande.

Puedes escribir a:

Rosario Viviente Universal, P.O. Box 1303, Dickinson, Texas, 77539, USA

Oración a Pauline Jaricot



Señor, Tú inspiraste, a Pauline María Jaricot la fundación de la Obra de la Propagación de la Fe,
la organización del Rosario Viviente y su compromiso radical con el mundo obrero.
Dígnate ahora apresurar el día en que la Iglesia pueda celebrar la santidad de su vida.

Haz que su ejemplo arrastre a muchos cristianos a entregarse al servicio de la evangelización,
para que los hombres y mujeres de hoy, en toda la tierra, descubran tu Amor Infinito, manifestado en Jesucristo Nuestro Señor, que vive y Reina Contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos, amén.

(Haga su petición)

Los Santos y Pauline M. Jaricot




El Beato Pablo VI:

«Más que otros, Pauline debía afrontar, aceptar y sobrellevar en el amor una serie de polémicas, de fracasos, de humillaciones y de renuncias que concedieron a su obra la marca de la Cruz y su misteriosa fecundidad». Así pues, todas las puertas se cierran ante quien tantas había abierto para otros, y, ante cada nuevo sufrimiento, ella repite: «Dios mío, perdónalos y cólmalos de bendiciones al mismo tiempo que me someten con más dolores».

El Santo Cura de Ars exclamará un día desde el púlpito:

«Hermanos, conozco a una persona que sabe muy bien aceptar las cruces, incluso las cruces más pesadas, y que las lleva con gran amor. ¡Esa persona, hermanos míos, es la señorita Jaricot, de Lyon!».

Después de una tregua de 35 años, la enfermedad de corazón de Paulina se agrava. Tras languidecer durante algunos meses, la sierva de Dios recibe de nuevo la Extremaunción la noche del primer domingo de Adviento de 1861. El 9 de enero siguiente, mucho antes del alba, se la oye murmurar: «Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden... ¡María! ¡María! ¡Sí, sí fiat!», y finalmente: «¡María, Madre mía... soy... toda tuya...!». Son sus últimas palabras. A las cinco de la mañana, con la sonrisa en los labios, Pauline exhala su último suspiro y entra, joven, hermosa y radiante en la verdadera vida, la Vida Eterna.

San Juan XXlll

El 25 de febrero de 1963, San Juan XXIII declaró la heroicidad de sus virtudes, lo que le vale el título de Venerable. Comentó antes: “¿Por qué la hicieron sufrir tanto?"

Seis años antes de su muerte, Pauline había redactado un testamento espiritual donde puede leerse lo siguiente: «¡Mi único tesoro es la Cruz! Al abandonarme en ti, Señor, me adhiero a mi verdadera felicidad, y tomo posesión de mi único bien verdadero. Qué me importa, pues, oh voluntad amada y amable de mi Dios, que me quites los bienes terrenales, la reputación, el honor, la salud o la vida, que me hagas descender mediante la humillación hasta el pozo y el abismo más profundo... Acepto tu cáliz. Reconozco que soy del todo indigna, pero sigo esperando de ti el socorro, la transformación, la unión y la consumación del sacrificio para tu mayor gloria y la salvación de mis hermanos».

San Juan Pablo II

Entre el 17 y el 19 de septiembre de 1999, tuvieron lugar en Lyón y en París diversas celebraciones en honor del bicentenario del nacimiento de Pauline Jaricot. San Juan Juan Pablo II remitió al arzobispo de Lyón, para la ocasión, una carta de elogio a la Venerable: «Por su fe, su confianza y la fuerza de su alma, por su dulzura y serena aceptación de todas las cruces, Pauline manifestó ser una verdadera discípula de Cristo...

Poner de manifiesto esa figura, marcada desde muy temprano por una voluntad inefable de acción, debe estimular el amor por la Eucaristía, la vida de oración y la actividad misionera de toda la Iglesia, cuya propia finalidad es unirse al Salvador, darlo a conocer y atraer hacia Él a todos los hombres...

Estudiando las enseñanzas de Pauline, la Iglesia debe encontrar ánimos para afirmar su fe, que abre al amor de los hermanos, y para seguir su tradición misionera, desde las formas más variadas».




Mensaje de San Juan Pablo II en el bicentenario de Pauline Marie Jaricot

Fundadora de la Obra de la Propagación de la FE y del Rosario Viviente

CIUDAD DEL VATICANO,  (ZENIT).

Una nueva atención por los pobres y la convicción de que la misión es una tarea de todos los bautizados: estas son las dos lecciones del mensaje y acción que ha dejado Pauline-Marie Jaricot, quien en el siglo pasado lanzó en Lyón la obra de la Propagación de la Fe, corazón de lo que hoy son las Obras Misionales Pontificias.

En un mensaje redactado con motivo de los doscientos años del nacimiento de esta mujer, celebrado en estos días en Lyón y París, Juan Pablo II subraya la actualidad de su testimonio: «Porque se dejó tocar por los pobres y por la miseria de los que no conocen a Dios, Pauline creó una colecta para la actividad misionera de la Iglesia». Así mismo, recuerda el pontífice, se entregó a la evangelización de los ambientes obreros de la región donde vivía,y comenzó proyectos sociales para instaurar la justicia en el mundo del trabajo, y la oración, formando el Rosario Viviente, Los Hijos de María, fomentando así al pueblo tanto en lo económico como espiritual.

«Sus intentos fracasaron en aquel momento -añade-, pero preparó misteriosamente una renovación en el compromiso social de la Iglesia que sería desarrollado en la encíclica de León XIII, "Rerum Novarum"».

La obra de Pauline, que adquiere connotaciones realmente extraordinarias si se tiene en cuenta la condición social de la mujer en aquellos tiempos, se inspiró «en una profunda e intensa vida espiritual, en la que ella encontraba su energía para la misión», explica el pontífice. «Muy pronto -recuerda-, manifestó su deseo de convertirse en una "Eucaristía viviente", de dejarse llenar por la vida de Cristo y de unirse profundamente a su sacrificio».

El Santo Padre invita a las comunidades eclesiales a intensificar la colaboración con las misiones, acogiendo a los jóvenes de las Iglesias de creación reciente (sacerdotes, religiosas, religiosos, seminaristas o laicos) para ofrecerles una formación humana y espiritual o aportando ayuda a las diócesis más pobres. «Todos nosotros estamos llamados a compartir lo que hemos recibido -explica Juan Pablo II-. Como Pauline demostró, la misión es un asunto de todos los bautizados, cada uno puede ser, según sus modestas posibilidades, "la cerilla que enciende el fuego"».

Breve reseña de algunas de las obras de la Venerable Pauline M. Jaricot


Pauline Jaricot nació en 1799 en el seno de una familia católica de la pequeña  burguesía. A los 17 de años de edad, decidió consagrarse a Cristo. Cuando su hermano Philéas estaba a punto de entrar en el seminario de las Misiones Extranjeras de París, Pauline promovió la primera colecta por las misiones.

A los 19 años, lanzó una colecta misionera llamada «Una moneda a la semana». En la práctica, grupos de diez personas destinaban cada uno por semana una moneda destinada a las misiones. Este método de recolección de fondos para las misiones fue adoptado, en 1822, por el grupo de fieles de Lyón que fundó la Propagación de la Fe. En 1826, Jaricot comenzó el Rosario Viviente que en pocos años agrupó a un millón de fieles. Cinco años después, esta iniciativa desembocó en la fundación de una comunidad de Hijas de María.

Con el deseo de ofrecer una contribución social a la crisis que en 1845 afectó a los obreros de la industria textil, Pauline Jaricot construyó una cooperativa denominada «Obra de las obras». Los gastos de la construcción y la gestión de esta iniciativa fueron ingentes, hasta el punto de que la fabrica tuvo que cerrar y Pauline se vio obligada a vivir en la miseria hasta la muerte., el 9 de enero de1862, a la edad de 63 años, en olor de santidad.

domingo, 5 de enero de 2014

Oración para el día de reyes



Que la luz de tu estrella me lleve, Señor, a tu Palabra,
encarnada en un portal, en el rostro de un Niño,
en la mirada de una madre, en la protección de un Padre…

Que tu estrella me guíe para descubrir a quienes te buscan,
a quienes caminan en la esperanza de encontrarte,
y compartir la experiencia de contemplarte como un pastor, como un mago…

Hoy es día de adorarte, de buscarte, y sobre todo de sentir la grandeza de dar y de darse,
y de interiorizar el regalo de recibir tu presencia, tu compañía…

Gracias, Padre porque hoy, en el día de los regalos,
nos muestras la alegría que viene del “ser” y del dar,
y que un Niño rodeado de amor, enviado en amor, y entregado en amor…

Mueve el mundo y nos dá motivos de esperanza…
Que seamos como niños: alegres hoy, ilusionados con mañana, dispuestos a aprender, a crecer,
reconociendo a quien nos ama, a quien nos cuida, a quien nos enseña…

Y que recibamos el regalo de ser tus Hijos,
y nos abramos al amor de quien lo dió todo por nosotros.

Padre, ayúdanos a no cesar de buscar como los magos de Oriente,
que no dejemos de mirar al cielo para encontrar la luz que guíe nuestros pasos,
y que mantengamos la esperanza de encontrarte desde el afán de buscar con fe.

Padre Peter


Epifanía o visita de los reyes magos



Epifanía significa: manifestación o presentación en público. Se llama así esta fiesta porque en ella se recuerda cómo Jesús se manifestó ante los Magos para adorarlo. Esta fiesta se celebra el 6 de enero en la Iglesia Católica desde el año 400.

La adoración de los Magos al Niño Jesús se narra en el Evangelio de San Mateo en el Capítulo 2, y es una de las narraciones más bellas de la Santa Biblia.

Magos: llamaban en Oriente a ciertos sabios que se dedicaban a estudiar los astros y a profundizar en ciencias religiosas, y se les consideraba como personas de gran santidad y sabiduría, que empleaban su vida en búsqueda de la verdad.

El Evangelio no dice cuántos eran, pero el Papa San León dice que probablemente eran tres. Y esto lo deduce por los tres regalos que le trajeron. La tradición les ha dado los nombres de: Gaspar, Melchor y Baltasar.

"Venían de Oriente" (Mateo 2:1): Los países de Oriente de Israel eran: Persia (o Irán) y Asiria o Babilonia (Irak). Muchos creen que probablemente eran persas, porque las gentes de ese país eran muy religiosas.

"Se presentaron en Jerusalem diciendo: ¿dónde está el rey de los judíos que ha nacido?"

(Mateo 2: 2) Tuvieron que averiguar en Jerusalem porque al llegar a esa ciudad desapareció la estrella que los venía guiando. Y de esto se valió Dios para anunciar en esa Ciudad Santa el nacimiento de Su Hijo.

Pues vimos su estrella en Oriente” (Mateo 2: 2): El profeta Balaam había anunciado: “Hacia Israel avanzará una estrella, y es que un nuevo reinado aparecerá en Israel.” (Números 24: 17), Suetonio y Tácito y otros historiadores que narran hechos del siglo primero, cuentan que había en Oriente una creencia muy extendida de que en Palestina iba a salir uno que gobernaría el mundo entero. Aquellos hombres vieron una estrella nueva y desconocida y la fueron siguiendo hasta llegar a Jerusalem. Estaban convencidos de que ella los guiaría hasta el sitio donde había nacido el nuevo rey que iba a gobernar el pueblo creyente.

Y hemos venido a adorarle” (Mateo 2:2): No vienen por curiosidad ni por interés, sino para adorarlo como a Dios. Es un viaje de fe el que han hecho estos hombres. Se llama peregrinación.


“El rey Herodes se turbó y con él toda Jerusalem.” (Mateo 2:3)

Herodes era un rey sumamente desconfiado y mataba sin más ni más a toda persona que  a él le pareciera que le pudiera quitar su puesto de rey. Así mató a su esposa Mariamme, a su madre Alejandra y a su hijo Antipater y a sus dos nietos Alejandro y Aristóbulo. César Augusto decía por burla que era mejor ser cerdo de Herodes que ser hijo de Herodes.

Así que en la casa de Herodes era más seguro ser cerdo que ser hijo, porque a los cerdos no los mandaba a matar, pero a los hijos sí.

Herodes se llenó de afán al saber que había nacido un niño que iba a ser rey. Y tuvo miedo de que le pudiera quitar su alto puesto. Jerusalem también se llenó de emoción por dos causas: por miedo a las medidas de crueldad que Herodes podría tomar contra todos los niños recién nacidos, y por la esperanza de que ahora sí hubiera llegado el tiempo de tener un rey que les concediera la libertad y el mando.

“Convocó a los Sumos Sacerdotes y a los escribas y les averiguó el sitio donde debía nacer Cristo.” (Mateo 2: 4-6).

Ellos eran los que más conocían la Biblia y podían dar la respuesta precisa. Y así lo hicieron.

Ellos dijeron: En Belén de Judea, porque así está escrito por el Profeta: Y tu Belén de Judá, no eres el pueblo menor entre los principales, porque de ti nacerá el caudillo que será pastor de mi pueblo Israel.” (Miqueas 5: 1).

Herodes llamó a los magos y les averiguó el tiempo de la parición de la estrella”. (Mateo 2:7)

Quería saber desde qué edad debía mandar a matar los niños. Todos los que hubieran nacido en los años cercanos a la aparición de la estrella.

Al salir de Jerusalem vieron otra vez la estrella y se llenaron de alegría, y ella los guió y se detuvo encima del sitio donde estaba el Niño.” (Mateo 2: 9) Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría, ahora ya estaban  seguros de que los guiaría al sitio preciso donde querían llegar.

Dato curioso: No se lee que alguno de Jerusalem se haya tomado la molestia de acompañarlos hasta Belén. Sólo quedaba a unos pocos kilómetros. Cuanta pereza a veces para ir a dar culto y adoración a Cristo!!

Entraron en la casa y encontraron al Niño con su madre María y arrodillándose lo adoraron.”(Mateo 2: 11).

Entraron en la casa:  O sea que Jesús, María y José ya no estaban en la cueva sino que ya habían conseguido una casita en arriendo para vivir. En Belén.

“Encontraron a Jesús con su madre María: A Jesús lo encontramos con su Santísima Madre. Por eso para ir a Jesús, nosotros tratamos de ser devotos de María.

Abriendo sus cofres le ofrecieron oro, incienso y mirra.” (Mateo 2: 11).

Oro: es el que se lleva de regalo al primer mandatario de una nación. Jesús es el Rey.

Incienso: se le llevaba un regalo a los dioses en sus templos. Jesús es Dios. Hijo Único del Único Dios.

Mirra: es un ungüento muy costoso. Se empleaba mucho para evitar que los cuerpos  se pudrieran en el sepulcro. El cuerpo de Jesús no se pudrirá en el sepulcro, sino que resucitará glorioso.

Oro, Incienso y mirra: La Iglesia Católica siempre ha visto figurados en estos tres regalos , los tres obsequios que nosotros debemos ofrecer a Jesucristo:

Oro: Nuestras ayudas económicas para el culto y para los pobres.

Incienso: Nuestra oración.

Mirra (amarga) nuestros sacrificios.

Señor Jesús que a imitación de los Magos de Oriente vayamos también nosotros frecuentemente a adorarte en tu Casa que es el Templo, y no vayamos jamás con las manos vacías. Que te llevemos el oro de nuestras ofrendas, el incienso de nuestra oración fervorosa, y la mirra los sacrificios que hacemos para permanecer junto a tu Madre Santísima María, a quien queremos honrar y venerar siempre como Madre Tuya y Madre nuestra. Amén.



Padre Eliécer Salesman