domingo, 21 de julio de 2013

Puerto Rico cuna de santidad



Beato Carlos Manuel Rodríguez



Carlos Manuel Rodríguez nació en Caguas, Puerto Rico, el 22 de noviembre de 1918, hijo de Manuel Baudilio Rodríguez y Herminia Santiago, ambos de familias numerosas, sencillas y de gran arraigo cristiano. Fue bautizado en la Iglesia Dulce Nombre de Jesús en Caguas el 4 de mayo de 1919. Fue el segundo de cinco hermanos: dos hermanas se casaron, otra es religiosa Carmelita de Vedruna y su único hermano es sacerdote benedictino y Primer Abad puertorriqueño.

Cuando ‘Chali’ tenía seis años, un voraz incendio consumió la modesta tienda del papá y la vivienda de su familia. Como resultado, perdieron todo y se vieron precisados a mudarse a casa de los abuelos maternos. Aquí, Carlos Manuel vino en estrecho contacto con su abuela Alejandrina Esterás, una “santa mujer” al decir de quienes la conocieron.

Manuel Baudilio, el padre, sufrió con resignación, sin perder su fe esta perdida y tras una larga enfermedad, murió en 1940. Doña Herminia, al no estar en su casa propia se impuso a sí y a sus hijos un celoso respeto y hasta cohibición, de quien está en casa ajena. Esto influyó en el carácter reservado y tímido de sus hijos. Pero Herminia tenía la virtud de la serena alegría iluminada por la fe dada su familiaridad con el Señor en la Eucaristía diaria.

Es así como las primeras lecciones en la fe católica y las vivencias de esa fe las recibe y experimenta Carlos desde muy temprano en el seno de su propia familia. A los seis años comenzó su vida escolar en el Colegio Católico de Caguas, en donde permaneció hasta octavo grado.

Allí conoció a las Hermanas de Notre Dame y cultivó una especial amistad con ellas durante toda su vida. Bajo la tutela de éstas y de los Padres Redentoristas, desarrolla su primera educación formal, humanística y religiosa; recibe a Cristo por vez primera en la Sagrada Eucaristía que marcaría un amor para siempre; se hace monaguillo y posiblemente siente el llamado inicial a una vida de entrega total a Cristo. Como monaguillo, empieza a degustar las riquezas de la fe a través de la sagrada liturgia de la Iglesia.

Se gradúa de octavo grado en 1932, siendo el primer honor de su clase y obteniendo la medalla de religión. Pasa entonces a cursar estudios en la escuela superior pública Gautier Benítez en Caguas. Durante el segundo semestre de ese curso escolar empieza a notar los primeros síntomas de una enfermedad que sugería un trastorno gastrointestinal: colitis ulcerosa. Este habría de causarle muchísimos inconvenientes por el resto de su vida, y se iría agravando paulatinamente. Ello jamás llegó a doblegar su espíritu de entrega a Cristo y a Su Iglesia.

Más tarde, renueva su contacto con las Hermanas de Notre Dame y los Padres Redentoristas, esta vez en la Academia Perpetuo Socorro en el sector Miramar de San Juan, donde cursa su tercer año de Escuela Superior (1934-35), pero su salud le impide continuar. Vuelve a Caguas, trabaja por algún tiempo y por fin termina ambos cursos, el comercial y el científico, en su cuarto año en la Gautier Benítez en 1939.

Se desempeña como oficinista hasta 1946, cuando decide iniciar estudios hacia un bachillerato en la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Río Piedras, y logra completar un año. En 1947, a pesar de haber aprobado con excelentes calificaciones todas las materias y pese a su amor por los estudios, una vez más su salud le impide estudiar formalmente: esta vez, de manera definitiva. Sin embargo los estudios jamás terminaron para ‘Charlie’, como ya empezaban a llamarlo sus amigos en la UPR. Él era un lector voraz. Todo le interesaba: las artes, las ciencias, filosofía, religión, música... De hecho, tomó clases de piano tan sólo un año, pero su interés le llevó a continuar por sí solo, hasta tocar no sólo el piano, sino además, el órgano de la Iglesia... ¡La música sacra que tanto aprendió a amar!
Otro de sus grandes amores era la Naturaleza. Desde niño acostumbraba pasar las vacaciones de verano en el campo. Solía ir con hermanos y primos de pasadía, al río o a la playa. Ya de adulto organizaba junto a sus hermanos, caminatas de un día al campo; ligero de equipaje, frugal el alimento, pero abundante el deseo de comulgar con la creación entera.

Carlos Manuel trabajó como oficinista en Caguas, Gurabo y en la Estación Experimental Agrícola, adscrita a la UPR de Río Piedras, donde además traducía documentos. Empleaba casi todo su modesto salario en promover el conocimiento y el amor a Cristo, especialmente a través de la Sagrada Liturgia. Por eso, se afanaba en traducir artículos que leía sobre la materia y que él editaba para nutrir dos publicaciones a manera de folletos mimeografiados, Liturgia y Cultura Cristiana, tarea a la que dedicaba incontables horas de trabajo.

Cada vez más convencido de que la liturgia es la vida de la Iglesia (a través de la oración, la Proclamación de la Palabra, la Eucaristía y los misterios de Cristo o sacramentos), organiza en Caguas un “Círculo de Liturgia” junto al P.McWilliams y luego, en 1948, funda junto al P. McGlone el coro parroquial Te Deum Laudamus.

En Río Piedras, donde sus hermanos Pepe y Haydée eran ya profesores de la UPR, Carlos realiza su ardiente deseo de dar a conocer a Cristo entre profesores y estudiantes de ese centro docente. Al ampliarse el grupo de sus “discípulos” se mueve con ellos al Centro Universitario Católico, organiza otro Círculo de Liturgia (más tarde llamado Círculo de Cultura Cristiana). Continúa con sus publicaciones y organiza y da forma a sus célebres “Días de Vida Cristiana” junto con los universitarios a quienes desea que entiendan y gocen los tiempos litúrgicos. Participa en paneles sobre diversos temas, siendo él el portaestandarte de la vida litúrgica y el sentido pascual de la vida y la muerte en Cristo. Organizó grupos de discusión en varios pueblos y participó en la Cofradía de la Doctrina Cristiana. Otras organizaciones católicas en las cuales participó fueron la Sociedad del Santo Nombre y los Caballeros de Colón. Impartió catequesis a jóvenes de escuela superior, aportando él todo el material que mimeografiaba sin descanso para suplir las limitaciones económicas de sus jóvenes alumnos. Defendió y promovió con fervor extraordinario entre obispos, clero y seglares, la renovación litúrgica de la Iglesia a través de la participación activa de los fieles, el uso del vernáculo y, muy especialmente de la observancia de la Vigilia Pascual, felizmente restaurada por SS Pío XII, para regocijo de Charlie. Todo ello, antes del Concilio Vaticano II, de ahí que se le llame apóstol pre-conciliar de lo que vino a ser Sacrosanctum concillium.

Muchos testimonian su desarrollo vital de la fe gracias a la formación que le impartió Carlos Manuel unido a su modelo de entrega y servicio. Varios otros agradecen a su ardiente celo por Cristo el haber despertado en ellos su vocación religiosa. Quienes lo buscaban para aclarar sus dudas o conseguir el fortale cimiento de su fe, no quedaban defraudados. Acercarse a Carlos Manuel era como allegarse a una luz que va iluminando cada vez más la perspectiva y el sentido de la vida a medida que se le conocía mejor. La alegría cierta de la Pascua traslucía siempre en su mirada y en su sonrisa y una notable fortaleza espiritual trascendía su frágil figura. La firme convicción de su fe vencía su natural timidez y hablaba con la seguridad de Pedro en Pentecostés. A pesar de su salud quebrantada por tantos años, ninguna queja nubló la alegría con que enfrentaba la vida y nos recordaba que el cristiano ha de ser alegre porque vive la alegría y la esperanza que Cristo nos regaló con Su Pascua: VIVIMOS PARA ESA NOCHE.

Sus fuerzas físicas decaían, pero jamás su espíritu se doblegó. Vivía cada momento superando calladamente su dolor con el gozo profundo de quien se sabía resucitado. Minada finalmente su salud por la enfermedad que se diagnosticó como un cáncer terminal del recto, tras una larga operación en marzo de 1963, padeció “la noche oscura de la fe” pensándose abandonado de Dios. Antes de morir, re-encontró con emoción la Palabra que estuvo perdida, la que le había dado sentido a su vida. Su paso a la vida eterna fue el 13 de julio de 1963. Tenía 44 años. “El 13 es buen día” – había dicho antes, sin que tuviésemos noción de lo que ello significaba. Ahora sabemos.

El Proceso de Carlos fue meteórico: Iniciado en 1992, su positio sobre virtudes heroicas llevó a que se le declarase Venerable el 7 de julio de 1997. El milagro, para su beatificación (curación de un linfoma maligno no-Hodgkins en 1981) fue aprobado por SS Juan Pablo II el 20 de diciembre de 1999: ¡En tiempo récord (tan solo ocho años) y por actores laicos!

Fuente bibliográfica: Página de internet oficial de La Santa Sede.

Oración para la pronta canonización:

Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo: Tú iluminaste a tu humilde Siervo el Beato Carlos Manuel para entender y vivir el Misterio de la Pascua, fuente de Vida Litúrgica, que se manifiesta en el servicio al prójimo, especialmente de los humildes y necesitados, haz que su compromiso con la Iglesia y con el retorno del pueblo a los valores eternos, fundados en una sólida espiritualidad Cristocéntrica y pascual, redunden en su pronta canonización. Por eso te suplicamos que nos concedas el favor que te pedimos (pedir gracia deseada), mediante la intercesión de tu Siervo, si es ésa tu voluntad.


Madre M. Dominga Guzmán Florit, OP. SIERVA DE DIOS  

Corría el año 1897 cuando en la Calle Robles en Río Piedras nació Belén Guzmán Florit. Nadie, excepto sus padres y familiares, se enteran y regocijan con el nacimiento de aquella niña, que Dios en su Providencia tenía señalada para abrir surcos hacia una nueva evangelización en bien de la familia. Todavía la Isla estaba bajo el dominio español, pero muy pronto pasó al dominio norteamericano, cuando éstos en el 1898 invadieron la Isla entrando por la Bahía de Guánica.

Cerca de allí se yergue un viejo edificio construido hace como doscientos años por Don Manuel Quiñones, jefe de una distinguida familia puertorriqueña. Está ubicado en el sector Santa Rita, que era parte de la Hacienda Desideria, el centro de una gran extensión de tierras y plantación de caña, cerrados por unas murallas de cal y ladrillo, que aún ostentan huellas de escaramuzas que allí se libraron entre españoles y americanos.

Para el tiempo de la guerra Hispanoamericana pasó a ser propiedad de una familia corsa, los Mariani. Fue ocupada por las tropas americanas al mando del Coronel Puig, parapetándose las tropas en el largo edificio de piedras y ladrillos de un solo piso, que entonces se llamaba Corralón al Sur del Batey.

Era dedicado anteriormente a vivienda de esclavos, y más tarde de los peones y trabajadores del molino de caña. Al retirarse las tropas españolas, fue ocupada por las tropas americanas. De allí partieron las tropas americanas en dos columnas, una hacia Yauco y otra hacia Sabana Grande.

En esta casa se hospedaron el General A. Garreston y el General Guy B. Henry. Por tres días se enarbolaron en ella tres banderas de naciones distintas: la española, la francesa y la americana. En 1901 pasó a ser propiedad de la Guánica Central y fue utilizada como oficina para reuniones de sus administradores.

En 1949, Belén convertida ahora en Sister Dominga, recibe un llamado especial de Dios, para empezar una obra de amor en bien de la familia. La Capilla de La Milagrosa en el sector Trocha de Yauco, transformada en conventito resulta muy pequeña para las solicitudes que van llegando. Ha visto varios edificios, que le han sido ofrecidos por el Señor Obispo de la Diócesis, Mons. Jaime McManus, pero ninguno reúne las condiciones necesarias para la formación de las jóvenes que van ingresando.

En el año 1952, Rosa María y Lucía Martínez, bienhechoras desde e comienzo de la Fundación, invitan a Sister Dominga para ir a conocer a Doña Inés Revoira, quien vive en la Hacienda Santa Rita. Al acercarse a la casa Sister Dominga ve un portón grande y dentro se vislumbra un bello jardín. El corazón le dijo inmediatamente que ése era el lugar que ella buscaba. Un jardín amplio, unos árboles majestuosos, caminos circundados por bellas flores azules de las isabelinas, los pajaritos cantando... Así, este es el sitio que Dios tiene para esta obra. En el 1953, fue cedida temporalmente a las Hermanas Dominicas de Fátima y luego vendida en 1962. Continúa este antiguo edificio encerrando en sus paredes mucha historia, pero ahora de una forma más espiritual al convertirse en la Casa Madre del primer Instituto puertorriqueño aprobado por la Santa Sede: HERMANAS DOMINICAS DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE FÁTIMA


Fundadora  Hermanas Dominicas de Fátima

Fue Madre Dominga Guzmán Florit, fundadora de la Congregación de las Hermanas Dominicas de Nuestra Señora del Rosario de  Fátima, la que concibió como un sueño personal el "ver una imagen del Sagrado Corazón de Jesús con los brazos abiertos bendiciendo a todos los que pasen por la carretera" y construir un Santuario en honor a Nuestra Señora del Rosario de Fátima donde acudiesen los peregrinos en busca de todo lo que un alma anhela para ser libre y feliz.  Este sueño fue producto de su visita al Santuario de Nuestra Señora de Fátima en Portugal, donde pudo apreciar de cerca cómo acudían los peregrinos haciendo sacrificios y en profunda oración en busca de las gracias del santuario y que no se iban "con las manos vacías...".

Para ello encarga a Sor Celeste Ortiz, OP. Citamos: ..."Yo le dije a Sor Celeste:  Sor Celeste, tengo este sueño dorado que espero ver realizado antes de morir.  Desde que fui al Santuario de Fátima en Portugal me traje en el corazón aquella capillita de las apariciones tan pequeña y tan blanca.  Allí estuve rezando frente a la  imagen de Nuestra Señora de Fátima, no sé cuanto tiempo.  Siempre he deseado tener una capilla dedicada a la Virgen de Fátima.  Aquí tengo ramita de encina y  piedrecitas que guardo desde ese día que visité el santuario.  Mira a ver qué puedes  hacer para que pronto tengamos aquí un santuario de Nuestra Señora de Fátima."

Sor Celeste, a pesar de sus dudas en cuanto a su capacidad para reunir fondos, aceptó humildemente la encomienda.

Otros datos más específicos de la Congregación y de Madre Dominga pueden ser encontrados en la página de Internet.


Oración

¡Oh Señor y Dios nuestro!

¡Oh Señor y Dios nuestro, que llamaste a Madre Dominga a quien adornaste de un ardiente amor a Jesucristo y a la Santísima Virgen a través de la Eucaristía y el rezo y contemplación de los misterios del Rosario, a fundamentar la vida familiar en Cristo y a servir al prójimo. Mediante el estudio de su vida e imitación de su ejemplo, te pedimos nos concedas la gracia que suplicamos para honra y gloria de tu nombre, Amén.

(Indicar la gracia que se desea alcanzar)

(Rezar tres Ave María o algún misterio del Rosario)


Si alcanza algún favor, escriba a:

Causa Madre Dominga
PO Box 62
Yauco, P.R. 00698-0062




La Madre Soledad Sanjurjo Santos


Padre José Dirnas Soberal

Vicario General y de Pastoral de Arecibo

La Madre Soledad Sanjurjo Santos nació en Arecibo, PuertoRico, el 15 de noviembre de 1892. Sus padres fueron José Sanjurjo González, jefe de telegrafistas y en servicio militar, y María de la Palma Santos del Toro, ama de casa. El 3 de abril de 1893, la niña fue bautizada en la Catedral San Felipe con el nombre de María Consuelo. El 4 de agosto de 1909, la señorita María Consuelo Sanjurjo Santos fue aceptada como postulante en las Siervas de María. Viajó a Madrid porque las Siervas de María no tenían en Puerto Rico casas para la formación. El 17 de diciembre de 1913, María Consuelo fue destinada a la ciudad cubana de Manzanillo, y luego pasó a Santiago de Cuba, en donde pronunció sus votos perpetuos el 30 de abril de 1921.

El itinerario apostólico de Madre Soledad Sanjurjo Santos,S. M. es bien amplio. Desde octubre de 1921 hasta 1925 vive en La Habana, en donde se desempeña como Procuradora General. Durante diez años (1929-1939), es la Secretaria y Consiliaria de la Congregación. En 1939 es nombrada Superiora de la casa de Matanzas. En noviembre de 1943 llegó a Manzanillo como Superiora. En 1947 llegó a San Juan de Puerto Rico como Superiora, y el 20 de julio de 1950 es nombrada Superiora Provincial de las Antillas y se traslada a La Habana, donde estaba la sede. Fue reelecta en 1954 y cesó en 1959, año en que pasó a Puerto Rico como Superiora. Cuando se trasladó la sede de la Casa Provincial de las Siervas de María de las Antillas de La Habana a Puerto Rico, en 1962, debido a la situación adversa imperante en Cuba, la Madre Soledad Sanjurjo fué electa Madre Provincial hasta junio de 1966.

Madre Soledad Sanjurjo vivió y sirvió en Cuba un total de 40 años. Sus últimos años los vivió en servicio humilde y sencillo: con una observancia ejemplar, cosiendo la ropa de las hermanas, asistiendo a los enfermos de la casa y orando en la capilla. Es un tesoro de virtudes, modelo de edificación para la comunidad y de entrega a la voluntad de Dios. Murió en San Juan el 23 de abril de 1973, dejando una estela de virtudes y testimonios elocuentes.

La causa para la beatificación de la Madre Soledad Sanjurjo Santos, S. M., ha sido presentada. La Santa Sede ha otorgado el nihil obstat, o sea, su permiso, porque cuenta con la respuesta favorable de los obispos de las Antillas, y no existe, hasta ahora, nada que lo impida. El 24 de febrero de 2004 se realizó la sesión oficial de apertura de la causa en la Catedral de San Juan, Puerto Rico. Han comenzado a llegar cartas con testimonios.

Todas aquellas personas que deseen más información, o que tengan alguna experiencia o testimonio que ofrecer, pueden comunicarse con:

Sor Dolores Rodríguez Cotton, S. M.,
Vicepostuladora de la Causa,
HC 2 Box 12960
Bo. Navarro Gurabo,
Puerto Rico;

Llamar al teléfono. (787) 747-2242; FAX (787)286-9078; correo electrónico: smcuriaprant(a)icepr.com.



ORACIÓN PARA PEDIR LA PRONTA GLORIFICACION DE LA SIERVA DE DIOS

Padre lleno de bondad que en Madre Soledad Sanjurjo nos diste a conocer la riqueza de gracia que encierra “una vida escondida con Cristo en Dios”. Concédenos esa fe inquebrantable que llenó y transformó su existencia para que como ella sepamos descubrir tu presencia en nuestras vidas y nos consagremos en tu nombre al servicio de los hermanos, especialmente los más necesitados. Te pedimos que glorifiques a tu fiel Sierva y nos concedas la gracia que a su intercesión hoy confiamos (hacer la petición), para tu mayor gloria y edificación de la Iglesia. Amen.  

Padre Nuestro, Ave María y Gloria

De conformidad con los decretos del Papa Urbano VIII, declaramos que en nada se pretende prevenir el juicio de la autoridad eclesiástica y que esta oración no tiene finalidad alguna de culto público.

Cum Licentia Eccl.




Siervo de Dios, el Maestro Rafael Cordero

Si una virtud caracterizó la vida del Siervo de Dios, el Maestro Rafael Cordero, fue la humildad. Nos lo confirman los testigos contemporáneos y discípulos.

Según Manuel Cuevas Banecer, él mismo decía: “Yo no soy maestro, porque tampoco soy hombre de letras: no merezco el título honrosísimo que le damos a nuestro adorable Redentor” (Vida y obra del Maestro Rafael, p. 138.)

Ello  refleja que el Maestro Rafael sabía muy bien quién era y no pretendía que le honraran con ese título con el que siempre lo llamaron, “maestro”, porque era el del Señor, “del adorable Redentor”, como le invocaba él. Y describió, simple y sencillamente, que se limitaba a enseñar la ley divina y las buenas costumbres, etc.

Lorenzo Puente Acosta,  discípulo-biógrafo, señalaba que  “era tal la humildad del Maestro Rafael, que para pintar la reducida esfera en que giraba el programa de su enseñanza, decía: "Yo tumbo el árbol, mi mano callosa lo labra; pero confío a otra más hábil la hermosura y el brillo de su barniz". Y añadía: Puente Acosta: “He aquí en pocas palabras la síntesis de su humanidad, unificado el mérito con la virtud, la gloria con la modestia.

¡58 años de enseñanza gratuita forman la mejor apoteosis de nuestro Maestro! El no aspiraba al laurel del hombre sabio, ni usaba el disfraz del mendigo: nunca pidió al Gobierno una subvención por sus méritos. Su corazón era muy puro y jamás el interés pudo entrar en sus nobles propósitos”(Op. cit. p. 23).

José A. Daubón nos lo describe así (Op. cit. p. 133): “La tez negra, bronceada, la mirada triste y profunda, la barba blanca. Un pañuelo de Madrás de colores envolvía aquella venerable cabeza como el turbante de un Cadí. Hablaba poco y muy despacio. Al contemplarle, inspiraba respeto su semblante sereno y humilde, y sin esfuerzo alguno se ganaba el aprecio de los buenos corazones".

Salvador Brau, clausurando el Homenajeado al Maestro Rafael (1891), decía: “Un día llega a manos de Cordero el título de Maestro incompleto que le concede el Gobierno, con la asignación de quince pesos mensuales. Ya es funcionario municipal, después de haberlo sido voluntariamente y gratuito durante cincuenta y cinco años. El cambio no le altera; acepta la asignación, merced a las reflexiones de los amigos que le recuerdan su ancianidad; pero mantiene inalterables sus hábitos, sin modificar siquiera la sencilla vestimenta, sólo engalanada con la chaqueta de menestral al asistir al templo, admitiendo entonces, como testimonio de religioso respeto, lo que, como prenda innecesaria, rechazaba en los demás actos de la vida común (Elogio póstumo, p. 5).

Federico Asenjo indicó la fuente de dónde brotaba la humilde entrega del Maestro Rafael (Vida y obra, p. 120): "La doctrina que Jesucristo nos legó es la única que puede formar y desarrollar esos sentimientos. Con ellos, los pobres de bienes serán ricos de espíritu y encontrarán, como el maestro Rafael, los medios de contribuir a la regeneración social, por poco que parezca que puedan dar. El óvolo de la viuda pobre será siempre más meritorio que la rica ofrenda del poderoso. Y los pueblos, por indiferentes que se los suponga, concluyen siempre por rendir el tributo de su admiración a la virtud; y saben estimar, en todo lo que valen, la honradez, la laboriosidad, la abnegación y todas las demás cualidades que, desgraciadamente para la humanidad son hasta ahora el patrimonio únicamente de los menos. El Maestro Rafael es una prueba fehaciente de lo que acabo de exponer. Fue levantado por sus contemporáneos a la altura que supo elevarse; y lo mantienen en ella las generaciones que le han sucedido, a pesar del tiempo transcurrido desde su muerte".

¡Qué su humildad y sencillez nos ayuden a levantar nuestro país!

Escrito Por: + Oscar Rivera, OSB



Oración

Señor y Dios nuestro, Tú que infundiste en tu Siervo, el Maestro Rafael, laico puertorriqueño, un ardiente celo por la educación integral de la niñez y una luminosa caridad para con los pobres y con los desamparados, haz que yo sepa también responder con generosidad de servicio a las necesidades de los que me rodean; te pedimos, si es tu voluntad, que nos concedas la gracia (solicite favor), de manera que tu siervo sea elevado a los altares. Rezar un Padre Nuestro, un Ave María y Gloria 
(Con licencia eclesiástica)




Hermano Vitorino Arnaud FSC

Nació en Onzillon, Francia, el 17 de septiembre de 1885. Había ingresado hacía poco tiempo en la Congregación de los Hermanos cuando, por motivo de la persecución religiosa al inicio del siglo XX en Francia, fue obligado al exilio.

Cuba fue su patria de elección y allá se quedó del 1905 al 1961, cuando otra persecución le obligó a un segundo y más amargo exilio. En Cuba se adaptó de manera maravillosa, encontrando entusiasta acogida a sus numerosas iniciativas apostólicas.

Fue en efecto el fundador de:

- La Asociación La Salle en 1919;

- La Federación de la Juventud Católica Cubana, masculina y femenina;

- El Hogar Católico Universitario en 1946;

- El Movimiento Familiar Católico en 1953.

De 1961 hasta su muerte, 6 años después, reorganizó entre los exiliados cubanos de New York, de Miami y de Puerto Rico varias Asociaciones. Fue en San Juan de Puerto Rico donde murió el 16 de abril de 1966. De todos esos y de otros permanece aún la santidad diaria; esto es, el haber transformado una existencia sencilla, ligada al lugar y a la simple repetición de gestos y acciones ordinarias, en una donación continúa de sí mismos a Dios y a los demás. "La santidad no consiste en las cosas extraordinarias sino en las cosas comunes hechas de manera no común": éstas son las palabras autorizadas con las que Pío XI, como ya lo hemos recordado, ensalzó en grado heroico el "terrible cotidiano".

El 8 de Septiembre del 2000, día dedicado a la Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Caridad, Mons. Roberto González Nieves, OFM, procedió a realizar la apertura oficial del proceso de beatificación de este hermano lasallista.


Oración

Que se puede rezar en forma de novena para solicitar favores por intercesión del Siervo de Dios Hno. Victorino gran apóstol de la Escuela y de la Juventud.

Señor Dios, que has prometido ensalzar a los humildes y que brillaran como estrellas en perpetuas eternidades los que ensenaren a muchos la justicia, dígnate glorificar a tu siervo Hno. Victorino Trabajador incansable en la parcela de la niñez y de la juventud, haciendo que su nombre resplandezca entre tus santos.

Multiplíquense tus gracias Señor, en favor de los fieles que te las piden haciéndote presente las virtudes que el practico en la tierra y concedednos que algún día veamos a tu Santa Iglesia honrar su memoria y ofrecernos en el, un nuevo modelo que imitar y un nuevo protector que nos asista desde el cielo en los trabajos y aflicciones de esta vida ayudándonos a conseguir la bienaventuranza eterna.

Padre Nuestro, Avemaría y Gloria

(Con las debidas licencias - Uso Privado)

Se agradece mucho comunicaran los favores obtenidos  al:

Hno. Vice-Postulador de la Causa del Hno. Victorino
Hno. Wilfredo Pérez
P.O. Box 518,
Bayamón, P.R. 00960
















lunes, 15 de julio de 2013

Salvados del Mar



Otra historia del Escapulario que merece repetirse sucedió en 1845. A fines del verano de ese año, el barco inglés, "Rey del Océano" se hallaba en medio de un feroz huracán.

Mientras el viento y el mar sin piedad azotaban al barco, un ministro protestante en compañía de su esposa e hijos y otros pasajeros lograron llegar a la cubierta para suplicar misericordia y perdón, ya que el fin parecía inminente.

Entre la tripulación se encontraba un irlandés, John McAuliffe. Al mirar la gravedad de la situación, el joven abrió su camisa, se quitó el Escapulario y haciendo con él la Señal de la Cruz sobre las furiosas olas, lo lanzó al océano. En ese preciso momento el viento se calmó. Solamente una ola más lavó la cubierta, trayendo con ella el Escapulario que quedó depositado a los pies del muchacho.

Durante lo acontecido el ministro (un Sr. Fisher) había estado observando cuidadosamente las acciones de McAuliffe y el efecto milagroso de ellas. Al interrogar al joven se informaron acerca de la Santísima Virgen y su Escapulario. El Sr. Fisher y su familia estaban tan impresionados que estaban resueltos a ingresar en la Iglesia Católica lo más pronto posible y así disfrutar la gran protección del Escapulario de Nuestra Señora.

El Escapulario salvó una casa de un fuego


El Escapulario salvó una casa de un fuego en el mes de mayo de 1957.
Una hilera de casas completas se había incendiado. Una familia de católica vivía en una casa más abajo. El fuego no había llegado todavía a su casa.

Toda la familia corrió a colgar un Escapulario en la puerta principal.

El fuego alcanzó su casa. Por más que las llamas volaron sobre y alrededor de ella, no logró incendiarla.

Ese día se quemaron 22 casas en total, quedando de ellas tan solo las cenizas. Una sola casa quedó en pié. ¡La del Escapulario en la puerta!

Cientos de personas vinieron a ver la casa que había sido salvada por la Virgen.




Nuestra Señora protege a un misionero


Un sacerdote Carmelita que trabajaba en Tierra Santa, tenía que caminar mucho para dar la unción de los enfermos a una moribunda.

La carretera de ese barrio era de tierra, había llovido y estaba enlodada, tanto que el autobús no pudo continuar su ruta. El sacerdote tenía que caminar las últimas 4 millas del camino.

Luego de haber caminado dos millas, el sacerdote sintió que se estaba hundiendo en el lodo. Por más que tratara de salir a tierra firme, tan solo logró caer en un hueco profundo. Estaba a punto de morir ahogado en el lodo y no había nadie cerca para ayudarlo.

De pronto pensó en Nuestra Señora y su Escapulario. Besó el Escapulario que llevaba puesto. Era el Escapulario grande, que es parte del hábito completo de los Carmelitas.

Miró hacia el Monte Carmelo, que estaba cercano, este gritó: SANTA MADRE DEL CARMELO AYÚDAME, SALVÁME!!!!

Un momento después, el sacerdote se encontró en tierra firme.
Atestiguó después, "Sé que la Santísima Virgen me salvó por medio de su Escapulario, a pesar que perdí mis zapatos en el lodo y cubierto todo de él."



Escapulario de la Virgen del Carmen



¿Qué es?

El escapulario del Carmen es el signo externo de devoción mariana, que consiste en la consagración a la Santísima Virgen María por la inscripción en la orden Carmelitana, en la esperanza de su protección maternal.

El distintivo externo de esta inscripción o consagración es el pequeño escapulario marrón, por todos conocido.

El escapulario del Carmen es un sacramental, es decir, según el Concilio Vaticano II, “un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se significan efectos sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia” (S.C. 60).

La “Gran Promesa”

En un momento de gran aflicción para la Orden del Carmen, San Simón Stock suplicó a la Madre de Dios que le diese una señal de Su protección. Y el día 16 de julio de 1251 la Santísima Virgen se le apareció con el Niño Jesús y le presentó un Escapulario, prometiéndole que todos los que con él muriesen no padecerían el fuego eterno. “Es, pues, una señal de salvación, salvaguardia en los peligros, alianza de paz y de protección sempiterna”, dijo la Madre de Dios.

El sentido de esta promesa es que la persona que muere con el Escapulario recibirá de la Virgen María, a la hora de la muerte la gracia de la perseverancia en el estado de justicia si está en él, o, en caso contrario, la gracia de la conversión y de la perseverancia final.

Esta “gran promesa” es válida no sólo para los religiosos que mueren con el Escapulario largo, sino también para los fieles que lleven el Escapulario pequeño o la medalla–escapulario.

El Privilegio Sabatino

La predilección de María Santísima por el Carmen fue confirmada de modo aún más maternal en el siglo siguiente, cuando se apareció al futuro Papa Juan XXII, entonces cardenal, en Avignon, Francia. Allí le prometió una especial asistencia para los que llevasen el Escapulario del Carmen, diciendo que los libraría del Purgatorio el primer sábado después de su muerte.

Para gozar de los privilegios del escapulario es necesario:

1)    Haber recibido debidamente el Escapulario, es decir, impuesto por un sacerdote con poder para tal (actualmente cualquier sacerdote con uso legítimo de órdenes tiene ese poder).

2)    Que el Escapulario sea como prescribe la Iglesia, es decir, hecho con dos pedazos de lana (y no de otro material) unidos entre sí por cordones, de forma cuadrangular o rectangular y de color marrón.

3)    Que una parte caiga sobre el pecho y otra sobre la espalda.

4)    Guardar la castidad cada uno según su estado (perfecta para los solteros y matrimonial para los casados).

5)    Rezar las oraciones prescriptas por el sacerdote que lo impuso.

Protección maternal

Por su profundo simbolismo mariano, por los grandes privilegios y por el gran amor y privilegiada asistencia, que ha manifestado a través de los siglos la Santísima Virgen del Carmen a quienes vistan devotamente su escapulario, es por lo que tan prodigiosamente se ha extendido por doquier esta piadosa devoción de vestir el escapulario.

He aquí las razones del valor espiritual de la devoción del santo escapulario:

“Sobre todo por su rico simbolismo: ser hijo de María, ver en él todas las virtudes de María, ser símbolo de nuestra consagración filial a la Madre Amable. Por morir en gracia de Dios, quien lo vista piadosamente. Porque saldrá del Purgatorio cuanto antes quien muera devotamente con él. Por llegar su protección a todos los momentos de la vida, a la muerte y aún más allá. “En la vida protejo; en la muerte ayudo, después de la muerte salvo”, son sus credenciales por los innumerables prodigios que ha obrado. Por las relaciones con sus apariciones más recientes en Lourdes y Fátima. Por las muchas indulgencias que disfrutan quienes visten este escapulario”.

Al vestir el escapulario, y durante toda la vida, es muy importante que sepamos apreciar su profundo y rico significado, como pertenencia a una Orden, a la del Carmen, con obligación de vivir según su rica espiritualidad y su propio carisma. Quien viste el escapulario debe procurar tener siempre presente a la Santísima Virgen y tratar de copiar sus virtudes, su vida y obrar como Ella, María, obró, según sus palabras: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”.

"Además de la gran promesa de preservar del infierno, del singular privilegio Sabatino y del honroso título de Hermanos de la Virgen [los frailes del Carmen son llamados 'Hermanos de la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo'] y de la salvación en los peligros, así como de gran número de indulgencias, los que visten el Escapulario del Carmen gozan de la participación en todas las obras buenas que se practican en toda la Orden del Carmen. Esto quiere decir que en la Orden del Carmen todo lo que cae bajo el común denominador de "buenas obras" -como virtudes, satisfacciones, Misas, oraciones, predicaciones, ayunos, disciplinas, inmolaciones, frutos de las Misiones, práctica de los votos, austeridad de la vida del claustro, efectos saludables del apostolado de la devoción a la Virgen del Carmen y a su santo Escapulario, etc.- forma un acervo común o un capital social que se reparte entre todos y cada uno de los miembros que, sea por profesión (religiosa) o en virtud del privilegio de la agregación, pertenecen a dicha Orden de la Virgen del Carmen".

El escapulario del Carmen es un MEMORIAL de todas las virtudes de María. Así lo recordaba a todos: religiosos, terciarios y cofrades, “que forman, por un especial vínculo de amor, una misma familia de la Santísima Madre”, el Papa Pío XII, el 11 de febrero de 1950:

“Reconozcan en este memorial de la Virgen un espejo de humildad y castidad. Vean, en la forma sencilla de su hechura, un compendio de modestia y candor. Vean, sobre todo, en esta librea, que visten día y noche, significada, con simbolismo elocuente, la oración con la cual invocan el auxilio divino. Reconozcan, por fin, en ella su consagración al Sacratísimo Corazón de la Virgen Inmaculada, por Nos. recientemente recomendada”.

Indulgencias

He aquí las indulgencias plenarias y parciales para los que visten el escapulario:

A) Indulgencias plenarias: 1. El día que se viste el escapulario y el que es inscrito en la Tercera Orden o Cofradía.  2. En las fiestas: de la Virgen del Carmen (16 de julio), de San Simón Stock (16 de mayo), de San Elías profeta (20 de julio), de Santa Teresa de Jesús (15 de octubre), de Santa Teresa del Niño Jesús (1 de octubre), de San Juan de la Cruz (14 de diciembre), y de todos los Santos Carmelitas (1 de noviembre)

B) Indulgencia parcial: se gana indulgencia parcial por usar piadosamente el Santo Escapulario. Se puede ganar no sólo por besarlo, sino por cualquier otro acto de afecto y devoción. Y no sólo al escapulario, sino también a la medalla–escapulario.

Recomendación pontificia

Desde el siglo XVI –que es cuando se extiende por toda la cristiandad el uso del escapulario del Carmen– casi todos los papas lo han vestido y propagado. Baste recordar aquí que Pablo VI, tratando de las líneas señaladas por el Vaticano II, dijo: “Creemos que entre estas formas de piedad mariana deben contarse expresamente el rosario y el uso devoto del ESCAPULARIO DEL CARMEN”. Y añade, tomando las afirmaciones de Pío XII: “Esta última práctica, por su misma sencillez y adaptación a cualquier mentalidad, ha conseguido amplia difusión entre los fieles con inmenso fruto espiritual”. Juan Pablo II, que es terciario carmelita, ha recordado en diversas ocasiones que viste con devoción, desde niño, el escapulario del Carmen.

La fiesta de la Virgen del Carmen –16 de julio– está entre las fiestas “que hoy, por la difusión alcanzada, pueden considerarse verdaderamente eclesiales” (M.C. 8).

Tomado de: Reina del Cielo.org

SÚPLICA A LA VIRGEN DEL CARMEN PARA TIEMPOS DIFÍCILES





"Tengo mil dificultades: ayúdame.
De los enemigos del alma: sálvame.
En mis desaciertos: ilumíname.
En mis dudas y penas: confórtame.
En mis enfermedades: fortaléceme.
Cuando me desprecien: anímame.
En las tentaciones: defiéndeme.
En horas difíciles: consuélame.
Con tu corazón maternal: ámame.
Con tu inmenso poder: protégeme.
Y en tus brazos al expirar: recíbeme.
Virgen del Carmen, ruega por nosotros.
Amén."

Oración a la Virgen del Carmen por las almas del purgatorio



Piadosa Madre del Carmelo
Protectora de todos los que sufren
y de quienes se purifican para participar
en el gozo celestial,
escucha nuestras oraciones.

Te encomendamos a nuestros hermanos ya fallecidos
especialmente a ____________
y a todas las benditas almas del purgatorio.

Intercede ante tu Hijo Jesucristo
nuestro Salvador,
para que sea con ellos juez misericordioso
y les perdone las culpas
que en su fragilidad cometieron.

Vela por quienes seguimos en este mundo
y concédenos la gracia de amarte
y honrarte para siempre
para que tú nos guíes a tu Hijo
y con Él participemos de la gloria eterna.

Concédele Señor el descanso eterno
a todas las benditas almas.

Brille para ellas la luz perpetua
Por la misericordia de Dios
descansen en paz
todos nuestros hermanos difuntos.
Amén.

Consagración a la Virgen del Carmen



“Oh, María, Reina y Madre del Carmelo, vengo hoy a consagrarme a Ti, pues toda mi vida es como un pequeño tributo por tantas gracias y bendiciones como he recibido de Dios a través de tus manos.

Y porque Tú miras con ojos de particular benevolencia a los que visten tu Escapulario, te ruego que sostengas con tu fortaleza mi fragilidad, ilumines con tu sabiduría las tinieblas de mi mente y aumentes en mí la fe, la esperanza y la caridad, para que cada día pueda rendirte el tributo de humilde homenaje.

El Santo Escapulario atraiga sobre mí tus miradas misericordiosas, sea para mí prenda de particular protección en la lucha de cada día, de modo que pueda seros fiel a tu Hijo y a Ti.

Que él me tenga apartado de todo pecado y constantemente me recuerde el deber de pensar en Ti y revestirme de tus virtudes.

De hoy en adelante me esforzaré por vivir en suave unión con tu espíritu, ofrecerlo todo a Jesús por tu medio y convertir mi vida en imagen de tu humildad, caridad, paciencia, mansedumbre y espíritu de oración.

Oh Madre amabilísima, sostenme con tu amor indefectible, a fin de que a mí, pecador indigno, me sea concedido un día cambiar tu Escapulario por el Eterno vestido nupcial y habitar contigo y con los santos del Carmelo en el Reino de tu Hijo. Así sea.”

Papa Pío XII

Las 12 cosas que hay que hacer para ser un buen devoto de la Virgen delCarmen



1- Participar devotamente a la Santa Misa cada domingo (si puedes durante la semana mejor).
Se gana más asistiendo a una Santa Misa que con todas las oraciones del mundo. Católico sin Misa el domingo, no se diga Católico, (En situacion de enfermedad limitante puede participar en TV, PC... hacer comunión espiritual.)

2- Llevar el Santo Escapulario, sin temor y no permitir que nos lo quiten.

3- Tener un bello cuadro, imagen, de la Virgen del Carmen en la casa.
Y ojalá pueda la familia rezar allí de vez en cuando alguna oración, Ej. La Salve, el Santo Rosario.. Ella prometió "LOS QUE ME HONRAN TENDRÁN LA VIDA ETERNA".

4- Practicar la virtud de la castidad (conforme a su estado, sacerdote, consagrado/a, casados..).
- Evitar amistad impura.
- vivir sin casarse.
- No ver películas o imágenes impuras
- No chistes inmorales.
- La Santísima Virgen prefiere y ayuda mucho a los más que se esfuerzan por conservar la pureza.

5- Rezar cada noche la Devoción de las 3 Ave Marías, Rosario, Rosario Viviente....No acostarnos sin rezar.

6- Rezar el Santo Rosario.
Aquí se le ofrece la oportunidad de rezar este, con aprovación Eclesiástica, solo un misterio (decena, década, 1 casa ó como le conozcas) Padre Nuestro, 10 Ave Marías y 1 Gloria Patri.

7- Ayudar a celebrar bien las fiestas de la Virgen en la Parroquia.
Ej. Día de la fiesta del Carmen, la Inmaculada, María Auxiliadora..Esto gusta mucho a la Virgen.

8- Cada sábado hacer algo por la Virgen María.
Dicen que Ella nació un día sábado. Ej. leer alguna página de un libro mariano, rezar con devoción el Rosario, ayudar un pobre, visitar un Templo, dar una limosna que te cueste.....Los Santos hacían algo por Ella cada sábado y Ella los premiaba muy bien.

9- Dar limosnas a los pobres o al templo, pero que nos cuesten, no de lo que nos sobra en la cartera. El que ayuda al pobre le presta a Dios y Dios le devolverá.....

10- Leer algún libro de la Virgen.
Esto aumenta nuestra devoción a Ella.

11- Tener y hacer la novena a la Virgen del Carmen.
Si la leemos siquiera una vez cada año lograremos grandes premios de Nuestra Señora y nos librará de muchos males.

12- Propagar la devoción a la Santísima Virgen.
Repartir estampas, novenas, escapularios, libros, o hablando bien de Ella. Si hablamos bien de la Virgen María, Ella hablará muy bien de nosotros ante su Hijo Jesucristo y nos conseguirá la eterna salvación.

(Tomado Apostolado Bíblico Católico)





La Santísima Virgen del Carmen (fiesta 16 de Julio)



Su nombre viene del Monte Carmelo, en Israel o Tierra Santa. A este monte se retiraba a rezar el profeta Elías, y en una ocasión en la cual Dios había castigado a su pueblo rebelde con un verano de tres años, Elías estando rezando en la cima del Monte Carmelo envió a su secretario a que observara en el horizonte para ver si veía algo. El otro volvió a contarle que se veía una pequeña nube. Con esto entendió Elías que ya iban a llegar las lluvias. Y en efecto la nube fue creciendo y se convirtió en una inmensa y muy provechosa lluvia que alegró enormemente a aquellas gentes que llevaban 36 meses sin agua.

La Iglesia Católica ha creído que esa nubecilla que apareció en el Monte Carmelo era imagen o anuncio de María, la cual al aparecer en este mundo nos trajo la más bella noticia: la de que con Ella, por medio de su Hijo Jesucristo nos llegaría la más grande y provechosa lluvia de gracias sobre todos nosotros, pobres pecadores (Carmen significa: tierra fértil que produce muy buenos frutos. Eso es la devoción a N. Sra. del Carmen).

Desde hace muchos siglos se reunieron en el Monte Carmelo varios monjes a rezar y hacer penitencia, y la gente los llamaba Los Carmelitas. Estos religiosos le tenían una gran devoción a la Virgen Santísima y le erigieron un templo en esa hermosa montaña.

Pero en el siglo XI llegaron los mahometanos, terribles enemigos de la religión católica, y destruyeron todo a sangre y fuego. Muchos monjes, murieron mientras cantaban himnos a la Sma. Virgen, pero algunos lograron huir y embarcarse y llegar hasta Italia. Allá empezaron a propagar la devoción a la Sma. Virgen y las gentes los seguían llamando Los Carmelitas. Ahora los Padres Carmelitas y las hermanas Carmelitas siguen propagando en todas partes la devoción a Nuestra Señora.

Entre los monjes llegados del Monte Carmelo hubo uno que se hizo célebre por su santidad, por su amor a la Virgen y sobre todo por una aparición que recibió. Fue San Simón Stock. Dice la tradición que un 16 de julio (de 1251) la Sma. Virgen se le apareció y le prometió conceder ayudas muy especiales a quienes lleven el Santo Escapulario como un acto de cariño y devoción de honor de la Madre de Dios con deseo de convertirse y llevar una vida más santa.

Muy pronto empezaron a notarse en todas partes las bendiciones y ayudas tan especiales que la Madre de Dios concedía a los que llevaban con fe y devoción el Santo escapulario. Incendios que se detenían. Inundaciones que se calmaban; tentaciones que se alejaban. Pecadores que se convertían. En Francia en plena batalla el rey Luis XI vio que a un soldado le llegaba una flecha dirigida hacia su corazón y en cambio se le clavaba en el escapulario y no le hacía ningún daño. Inmediatamente el rey y todos sus generales pidieron el escapulario y se lo colocaron. Ya sabemos que lo que salva de peligros no es el escapulario en sí, sino la Sma. Virgen que protege y defiende a quienes llevan esa insignia como señal del aprecio y la devoción que sienten por Ella. Ahora la Santa Iglesia Católica ha declarado que el Escapulario se puede reemplazar por una medalla de la Sma. Virgen. Y la Virgen Santísima sigue haciendo prodigios cada día en favor de quienes llevan con devoción el santo escapulario o su medalla y se esfuerzan por volverse mejores creyentes.

Antiguas tradiciones narraban que la Sma. Virgen había prometido visitar en el purgatorio a sus devotos, el sábado próximo a la muerte de ellos y concederles descanso. Por eso la devoción a la Virgen del Carmen está muy ligada a la devoción a las benditas almas. Que Nuestra Señora del Carmen siga protegiendo a nuestro pueblo y le consiga la gracia de convertirse y llegar a la santidad.

La Santísima Virgen del Carmen es la advocación que nos acerca a la Madre de Dios, es para nosotros el lugar precioso donde nos encontramos con Dios en la oración. Nuestra meta es llegar a amar a la Santísima Virgen María como nadie antes la ha amado. Con María todo y sin ella nada.

Tomado de: Santa Faustina.org


jueves, 11 de julio de 2013

Todo comenzó con un milagro


Hace poco más de 15 años ví en el periódico Católico local de mi país, entre varios anuncios del mismo, una dirección que decía Rosario Viviente y el número de entonces de las personas que tenían a cargo este apostolado en mi país. Escribí, sin saber qué era en realidad y me enviaron mi misterio a rezar diariamente, que hasta el día de hoy continúo rezando.

Recién seguía esta devoción, surgió una situación familiar muy difícil, donde sabía que solo un milagro podía ayudarnos, entonces me dirigí a la Santísima Virgen María con esta oración sencilla, "Madre tu ves todo, pido con mi alma que nos ayudes en esta situación que entrego ahora en tus santas manos y prometo que si todo sale bien te conseguiré 15 personas para el rezo del Rosario Viviente y la envío en ofrenda de acción de gracias.

Demás está decir, que en menos de 30 minutos, lo que parecía no tener remedio, salió mucho mejor de lo que esperaba y en menos tiempo de lo esperado.¡Alabado sea Dios por la eternidad y honor y gran amor a nuestra Madre del Cielo!

Lo prometido es deuda, de inmediato comencé en el momento por teléfono a buscar las primeras 15 personas para este bello apostolado, todo por teléfono; aunque no lo crean tardé más de 6 horas y media en conseguir estas personas, que marcó el inicio de otras tantas que siguieron a estas.

Esto inició una linda comunicación con las coordinadoras de nuestro país del Rosario Viviente, personas de mayor edad, pero con un amor y entrega al servicio de Dios y nuestra Señora, solo 4 personas para toda la isla, y era fácil contagiarse de su entusiasmo y dedicación a todo su trabajo. Luego de cierto tiempo, me dejaron, indignamente este gran legado para trabajarlo en mi país

Ada Ríos, Isabela, Puerto Rico.

Consagración de los niños a la Virgen María



Virgen María, Madre de Cristo y Madre de todos nosotros, en este feliz día, te encomendamos a estos niños, redimidos por la Sangre de tu Hijo, y hechos hijos de Dios por su Espíritu de Amor.
Tú has protegido a tu Hijo Jesús contra los peligros y los has educado con amor.

Ayúdanos en nuestra misión de padres de estos niños, para que, según tu ejemplo, en fe y amor, protejamos a nuestros hijos contra todo mal y que los eduquemos para Dios, a fin de que crezcan sanos y sean agradables a los ojos de Dios.

Te pedimos esto para que cumplan la misión que Dios les da: que principalmente es construir el Reino de Dios entre los hombres.

Dios te salve, María llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros  los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, amén.

martes, 9 de julio de 2013

Oración Por Nuestro País de Puerto Rico




OMNIPOTENTE Dios, que nos has dado esta buena tierra por heredad; humildemente suplicamos tu ayuda para poder conducirnos siempre como pueblo reconocido a tu favor, pronto a hacer tu voluntad. Bendice nuestro país con labor honrada, conocimiento profundo y sanas costumbres.

Guárdanos de toda violencia, discordia y confusión; de orgullo y arrogancia y de todo mal camino. Defiende nuestra libertad, y forma una nación unida de las multitudes que has traído de los diversos pueblos y lenguas. Inviste con el espíritu de sabiduría a todos los que, en tu Nombre, confiamos la autoridad del gobierno, para que haya justicia y paz en el país, y que, por medio de la obediencia a tu ley, manifestemos tu alabanza entre las naciones de la tierra.

En tiempo de prosperidad, llena los corazones de gratitud, y en el día de la angustia, no permitas que nuestra confianza en ti desfallezca; todo lo cual te suplicamos por Jesucristo nuestro Señor.

Amén



jueves, 4 de julio de 2013

PAULINE MARIE JARICOT


Paulina Jaricot nace el 22 de julio de 1799 en Lyon. Sus padres, Antonio Jaricot y Juana Lattier son profundamente cristianos. La sexta hija de esta privilegiada familia profundamente Cristiana.

Paulina sufre una extraña enfermedad: camina como una persona ebria, con la mirada extraviada, y pierde por completo el habla. Su madre, que la vela noche y día, cae también gravemente enferma y muere, lejos de Paulina, el 26 de noviembre de 1814, ofreciendo su vida a Dios por su hija.

Dicha muerte le es ocultada durante mucho tiempo, con el fin de que pueda recobrar la salud. Con la convalecencia, Paulina recupera el deseo de agradar, destacando como la más elegante de entre las jóvenes de su entorno, y sin embargo no se siente feliz: «Mi corazón sentía una ardiente sed que nada podía saciar, porque aquel pobre corazón, esclavo todavía de la criatura, sólo hallaba un vacío infinito en medio de un afecto perecedero, y una tortura indescriptible en sus resistencias a la llamada de Dios».

Los desórdenes de la Revolución han agotado los recursos y los medios de las congregaciones misioneras. Con la lectura de los Boletines de las Misiones Extranjeras, Paulina se conmueve de aquella situación y empieza a recoger algunas limosnas para las misiones.

Después de rezar y reflexionar, en otoño de 1819 recibe la inspiración de una obra de ayuda a las misiones: «Una noche en que buscaba el auxilio de Dios, es decir, el plan deseado, se me apareció con claridad ese plan y comprendí lo fácil que le resultaría a cada persona de mi intimidad encontrar a diez asociados que dieran cada semana una moneda para la Propagación de la Fe.

Al mismo tiempo, consideré la conveniencia de elegir, de entre los más capacitados de los asociados, aquellos que inspiraran más confianza para recibir de diez jefes de decena la colecta de sus asociados, y la conveniencia de contar con un jefe que reuniera las colectas de diez jefes de centena para entregarlo todo al centro común».

Hecha la consulta, el sacerdote Würtz le dijo: «Paulina, eres demasiado ignorante para haber inventado ese plan... Está claro que procede de Dios. Por eso, no solamente te doy permiso, sino que te animo con entusiasmo a que lo pongas en acción».
La obra de la Propagación de la Fe se extiende con la rapidez del rayo, primero en Francia y luego en el mundo entero.

Entre 1822 y 1826, la enfermedad y la necesidad de mayor intimidad con el Señor fuerzan a Paulina a retirarse en el silencio.

Las inspiraciones divinas que entonces recibe la empujan de nuevo a la acción. Movida por su apego al santo Rosario, siente el deseo de propagar esa devoción. Al constatar que son pocas las personas que disponen de tiempo y de fervor para rezarlo completo, se le ocurre la idea de repartirlo entre quince personas, que deberían rezar solamente una decena cada día meditando sobre un misterio.

«Me pareció que había llegado la hora –escribirá más adelante– de realizar el designio, formado desde hacía tiempo, de una asociación accesible a todos, que uniría a partir de la oración, y cuya única y corta práctica, que a nadie desanimaría, facilitaría a los fieles el acceso a la meditación diaria, aunque esa meditación no fuera más que de algunos minutos, sobre los misterios de la vida y de la muerte de Jesucristo».

Así fue como se fundó en 1826 «el rosario viviente».

Con la ayuda de un padre jesuita, Paulina agregó a esa obra la distribución de objetos religiosos y de libros piadosos para despertar y mantener la fe. Mediante la oración y la difusión de la buena doctrina, el Rosario viviente contribuirá a innumerables conversiones.

Después de una tregua de 35 años, la enfermedad de corazón de Paulina se agrava. Tras languidecer durante algunos meses, la sierva de Dios recibe de nuevo la Extremaunción la noche del primer domingo de Adviento de 1861. El 9 de enero siguiente, mucho antes del alba, se la oye murmurar: «Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden... ¡María! ¡María! ¡Sí, sí fiat!», y finalmente: «¡María, Madre mía... soy... toda tuya...!».

Son sus últimas palabras. A las cinco de la mañana, con la sonrisa en los labios, Paulina exhala su último suspiro y entra, joven, hermosa y radiante en la verdadera vida, la Vida Eterna. El 25 de febrero de 1963, el beato Juan XXIII declaró la heroicidad de sus virtudes, lo que le vale el título de Venerable.




Oración

Oh corazón de Pauline, hoguera de caridad para toda la humanidad, confórtame y ayúdame en mi urgente necesidad (aquí menciona tu petición).  Tú has amado a Jesucristo más que nada en toda la tierra, y por amor de Él, has amado más que a tí misma, a todos los que están en tribulación y dolor.

Un Padre Nuestro, Ave María y Gloria...



La espiritualidad de Puline Marie Jaricot

Paulina percibió muy rápidamente que la miseria más grande era la espiritual. No teme asociar estas obras con una acción de evangelización. En el taller de fábrica de flores artificiales que había creado para dar trabajo a los más desprovistos, hacía lecturas piadosas para hacer conocer y amar a Jesús. Asistía para hablar a las obreras de la fábrica de su cuñado, en Saint-Vallier, para invitarlas a llevar una vida recta y digna.

Paulina no se deja cegar por sus éxtasis místicos. Clama su desconcierto por ver a los hombres, los presos de sus sentimientos, de su orgullo, su gusto por las riquezas y de los honores... Manifiesta su indignación ante la tibieza de los cristianos, del poco cuidado que conceden a sus iglesias y a los tabernáculos.

Más aún, esta joven laica se atreve a reclamarle al clero su parte de responsabilidad en esta situación. Conservando su respeto a los sacerdotes y el sacerdocio, tan precioso para los cristianos, no teme fustigar a los que son tibios y negligentes.

Los invita a acercarse y para reclinarse ante el tabernáculo. Desconfía de misiones grandiosas y ceremonias fastuosas, en pos de la Restauración, que parecen devolver los corazones a Dios pero que sólo logran agradar los sentidos y no producen frutos duraderos. Paulina a menudo vuelve sobre esta inquietud e incita a los sacerdotes a no dejar enfriar su corazón.




Dato curioso en la vida de Pauline M. Jaricot

Durante la primavera de 1805 poco después de la Revolución Francesa, de regreso a Roma tras haber coronado a Napoleón en París, el Papa Pío Vll, se detiene en Lyon. Antonio Jaricot, comerciante se ceda de ese ciudad, aprovecha la ocasión para situar a su familia por donde pasaba el Pontífice, implorando una petición particular.


El Papa Pío Vll impone las manos sobre la cabeza de la pequeña Pauline. Bendecida por el Vicario de Cristo, aquella niña destacará muy pronto por su amor a Jesús y su ternura hacia los desdichados.

Pauline Jaricot nació el 22 de Julio de 1799 en Lyon. Sus padres, Antonio Jaricot y Juana Lattier son profundamente cristianos.
Pauline escribirá más tarde:

"Dichosos quienes reciben de sus padres las primeras semillas de la fe. Bendito seas Señor, por haberme dado un padre a un hombre justo, y como madre a una mujer llena de virtud y de caridad."

"Qué me importa, pues, oh voluntad amada y amable de mi Dios, que me quites los bienes terrenales, la reputación, el honor, la salud o la vida, que me hagas descender mediante la humillación hasta el pozo y el abismo más profundo...

Acepto tu cáliz. Reconozco que soy del todo indigna, pero sigo esperando de ti el socorro, la transformación, la unión y la consumación del sacrificio para tu mayor gloria y la salvación de
mis hermanos".

Venerable Pauline Marie Jaricot.




Oración para pedir un favor a la Venerable Pauline Jaricot, fundadora de la Propagación de la fe y del Rosario Viviente.

Oración para la beatificación de Paulina Jaricot

Tú inspiraste, Señor, a Paulina María Jaricot
la fundación de la Obra de la Propagación de la Fe,
la organización del Rosario Viviente
y su compromiso radical
con el mundo obrero.
Dígnate ahora apresurar el día en que la Iglesia
pueda celebrar la santidad de su vida.
Haz que su ejemplo
arrastre a muchos cristianos
a entregarse al servicio de la evangelización
para que los hombres y mujeres de hoy,
en toda la tierra,
descubran tu Amor Infinito,
manifestado en Jesucristo Nuestro Señor
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo
por los siglos de los siglos.
Amén

(Haga su petición)
Venerable Pauline ruega por Puerto Rico y ayúdanos a conseguir 1 millón de Rosarios Vivientes.




Salmo 34


Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.

Proclamad conmigo la grandeza del Señor,
ensalcemos juntos su nombre.
Yo consulté al Señor, y me respondió,
me libró de todas mis ansias.

Contempladlo y quedaréis radiantes,
vuestro rostro no se avergonzará.
Si el afligido invoca al Señor, él lo escucha
y lo salva de sus angustias.

El ángel del Señor acampa
en torno a sus fieles y los protege.
Gustad y ved qué bueno es el Señor,
dichoso el que se acoge a Él.

Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que lo temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada.




Santa Filomena y oraciones



Filomena, una joven mártir de la Iglesia primitiva, durmió en el olvido de la historia hasta el hallazgo de sus restos mortales el 24 de Mayo de 1802. La encontraron en la Catacumba de Sta. Priscilla en la Vía Salaria. En la tumba había 3 losas juntas con una inscripción rodeada de símbolos. Los símbolos aludían al martirio y a la virginidad de la persona ahí enterrada.  Los símbolos eran un ancla, 3 flechas, una palma y una flor.  Al abrir la tumba descubrieron que su esqueleto era de huesos pequeños y que su cuerpo había sido traspasado por flechas.  Coincidieron que la niña había sido martirizada entre los 12 ó 13 años de vida.

A pesar de tener sus restos mortales la Iglesia aún no sabía nada sobre la vida de Santa Filomena. Lo que sabemos es gracias a las revelaciones privadas recibidas de la santa a tres personas diferentes, en respuesta a sus oraciones para que se dejara saber quien era ella y cómo había llegado al martirio.

Según las revelaciones de la Madre María Luisa de Jesús: ”Yo soy la hija de un príncipe que gobernaba un pequeño estado de Grecia. Mi madre también era de la realeza y ellos no tenían niños. Eran idolatras y ofrecían sacrificios a sus dioses falsos. Un doctor de Roma llamado Publio les prometió orar por ellos si consentían en bautizarse. Mis padres se hicieron cristianos y obtuvieron su esperado deseo de tener hijos. El día de mi bautismo me pusieron Filomena, (hija de la luz).

Mis padres me tenían gran cariño y siempre me tenían con ellos. Fue por eso que me llevaron a Roma, en un viaje que mi padre fue obligado a hacer debido a una guerra injusta. En ese tiempo yo tenía 13 años y tan pronto como el emperador Dioclesiano me vio, fijó sus ojos en mí. Mis padres no pudieron disuadir al emperador y yo sufría mucho, no era posible que por el amor de un hombre yo rompiera la promesa que le había hecho a Jesucristo de mi virginidad. Me llevaron ante la presencia del emperador y al ver mi negativa se puso furioso y me mandó a una de las cárceles del palacio donde fui encadenada.

Mi cautiverio duró 37 días, y en medio de una luz celestial, ví a María con su Divino Hijo en sus manos y me dijo: “Hija, 3 días más de prisión y después de 40 días se acabará este estado de dolor. No tengas miedo, yo te ayudaré. En el momento del combate, la gracia vendrá a darte fuerza. El ángel Gabriel vendrá a socorrerte.

Dioclesiano siguió torturándome, primero fuí flagelada después ordenó que me enterraran con un ancla atada al cuello en las aguas del río Tíber, pero Dios no permitió que esto sucediera pues envió a 2 ángeles a socorrerme. Me hizo arrastrar por las calles de Roma y ordenó que me fuera disparada una lluvia de flechas calentadas en el horno y dirigidas a mi corazón. Todo fue inútil y esto enfureció al tirano que ordenó al final que mi cabeza fuera cortada con un hacha.

Recuérdame cuando estés en grandes tribulaciones, haré que María envíe ángeles y al mismo Jesús si es necesario, no te fallaremos. El Santo Cura de Ars, Patrón de los Párrocos, me llamaba, poderosa con Dios y me encomendaba sus trabajos y yo con gusto lo hacía, igualmente lo hago con los que me invocan, junto a Jesús y María. Seas bendecido. Filomena”.

El 10 de Agosto de 1805 las reliquias fueron trasladadas a Mugnano. El Santuario de Santa Filomena fue escena de prodigiosos milagros. Entre ellos se encuentra la sanación de Pauline Marie Jaricot, fundadora de la Propagación de la Fe y el Rosario Viviente.

Pauline padecía de una seria enfermedad del corazón que la mantenía en un estado de gravedad. Decidió ir al Santuario donde estaban los restos de Santa Filomena a pesar de lo largo y peligroso del viaje. En el camino tuvo una recaída muy fuerte pero gracias a las oraciones a Santa Filomena logró recuperarse y continuar su viaje. Así llegó a Mugnano y al recibir la sagrada comunión cerca de las reliquias de la santa, su alma se llenó de gozo celestial, ¡Santa Filomena la había sanado!

Para investigar el milagro, el Papa Gregorio XVI ordenó a Pauline que se quedara un año en Roma. El 30 de Enero de 1837 el Papa solemnemente la elevó al altar dando completa autoridad a su culto en todo el mundo católico. Le dió también el título de Patrona del Rosario Viviente.

San Juan Vianney (Cura de Ars) era muy devoto de Santa Filomena y la eligió como su patrona.

Conoció a la santa a través de Pauline Marie Jaricot, la cual le ofreció parte de la preciosa reliquia que había obtenido en Mugnano, Italia, en su Santuario.  Inmediatamente se puso a trabajar para erigir una Capilla en su Iglesia y así custodiar con dignidad la reliquia.  El lugar pronto se convirtió en escena de innumerables curaciones, conversiones y milagros.






 ¿Por qué hacernos devotos de Santa Filomena?

Ya estamos viviendo los signos de los tiempos del Apocalipsis. Satanás consiguió por medio de sus colaboradores, cegar, corromper y destruir las verdades de nuestra fe y de la moral sana de buena costumbre, lanzando así a la humanidad al abismo de la desgracia y de la eterna condenación.

Santa Filomena con su gran poder y gloria, quiere ser nuestro socorro en nuestras necesidades y nuestra luz en nuestra caminata hacia el cielo. Para esto es preciso, romper definitivamente con el pecado, sobretodo el pecado de impureza, las malas compañías y las falsas filosofías que son contrarias a las leyes divinas y a la autoridad del Santo Padre. Esforcémonos en vivir las virtudes de santidad, asistiendo a la Santa Misa todos los domingos, confesándonos y comulgando con frecuencia, rezando Rosarios completos todos los días.






Oración por la curación de mi Alma y Cuerpo:

Cúrame, Señor. Cúrame el cuerpo, cúrame el corazón, cúrame el alma. Dame la vida, la vida en abundancia. Te lo pido por la intercesión de María Santísima, que se postró a los pies de la cruz; que fue la primera en contemplar Tus llagas Santas, y que nos la diste por Madre, y también por los méritos que obtuvo Santa Filomena, que sufrió terribles tormentos y martirio antes que dejar de amarte y ofenderte.

Tú, que cargaste sobre Tí nuestros dolores, y por Tus llagas Santas hemos sido curados. Hoy, Señor, te muestro con fe todos mis males y te pido que me cures por completo. Te ruego, por la gloria del Padre del cielo, que cures también a los enfermos de mi familia y a mis amigos. Permite que crezcan en la fe, en la esperanza, y que recobren la salud por la gloria de tu nombre. Amén





¡Oh gloriosa Santa Filomena, vírgen y mártir!, ejemplo de fe y esperanza, generosa en la caridad, a vos suplico escuches mi oración. Del cielo donde reináis, haz caer sobre mí toda protección y auxilio que necesito, en este momento en que mis fuerzas enflaquecen. Vos sois tan poderosa junto a Dios, intercede por mí y alcánzame la gracia que te pido (mencione aquí la gracias que desee recibir).

¡Oh Santa Filomena!, Ilustre por tantos milagros, ruega por mí. No me abandones, jamás dejes de mirar como un rayo de esperanza sobre y mi y mi familia. Aparta de mí las tentaciones, dá paz a mi alma y bendice mi casa. ¡Oh Santa Filomena!, por la sangre que derramasteis por amor a Jesucristo, alcánzame la gracia que te pido (repita ahora su pedido).

Santa Filomena, ayúdame a alcanzar la gracia. Te prometo que seré tu devoto y que manifestaré a otros necesitados lo milagrosa y bondadosa que eres. Amén.




Letanías a Santa Filomena (Compuestas por San Juan Vianney)


Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, atiéndenos.

Padre Celestial que eres Dios, ten piedad de nosotros.
Hijo de Dios, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Espíritu Santo, que eres Dios, ten piedad de nosotros.
Trinidad Santa, que eres un solo Dios, ten piedad de nosotros.
Santa María, Reina de las Vírgenes (ruega por nosotros).

Santa Filomena, llena de abundantes gracias desde la cuna (ruega por nosotros).
Santa Filomena, fiel imitadora de María (ruega por nosotros).
Santa Filomena, modelo de las vírgenes (ruega por nosotros).
Santa Filomena, templo de la perfecta humildad (ruega por nosotros).
Santa Filomena, abrazada en la gloria de Dios (ruega por nosotros).
Santa Filomena, víctima del amor de Jesús (ruega por nosotros).
Santa Filomena, ejemplo de fuerza y perseverancia (ruega por nosotros).
Santa Filomena, espejo de las más heroicas virtudes (ruega por nosotros).
Santa Filomena, firme e intrépida en los tormentos (ruega por nosotros).
Santa Filomena, flagelada como vuestro Divino Esposo (ruega por nosotros).
Santa Filomena, que preferiste las humillaciones de muerte a los esplendores del trono. (ruega por nosotros).
Santa Filomena, que convertiste en testimonio tu martirio (ruega por nosotros).
Santa Filomena, que cansaste el furor de los latigazos (ruega por nosotros).
Santa Filomena, protectora de los inocentes (ruega por nosotros).
Santa Filomena, patrona de la juventud (ruega por nosotros).
Santa Filomena, asilo de los desgraciados (ruega por nosotros).
Santa Filomena, salud de los dolientes y enfermos (ruega por nosotros).
Santa Filomena, nueva luz de la iglesia peregrinante (ruega por nosotros).
Santa Filomena, que confundía la impiedad de la época (ruega por nosotros).
Santa Filomena, cuyo nombre es muy glorioso en el cielo y tremendo para el infierno. (ruega por nosotros).
Santa Filomena, ilustre por los más espléndidos milagros (ruega por nosotros).
Santa Filomena, poderosa junto a Dios (ruega por nosotros).
Santa Filomena, que reinas en la Gloria (ruega por nosotros).

Cordero de Dios , que quitas los pecados del mundo, perdónanos Señor.
Cordero de Dios , que quitas los pecados del mundo, escúchanos Señor.
Cordero de Dios , que quitas los pecados del mundo, ten piedad de nosotros Señor.

Ruega por nosotros Santa Filomena, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.

Amén.