martes, 10 de diciembre de 2013

Marcos 6: 4-6



"Jesús les dijo: Si hay un lugar donde un profeta es despreciado, es en su tierra, entre sus parientes y en su propia familia.  Y no pudo hacer allí ningún milagro. Tan sólo sanó a unos pocos enfermos imponiéndoles las manos. Jesús se admiraba de cómo se negaban a creer."

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