lunes, 18 de noviembre de 2013

Cuando un pueblo ora unido



Hace muchos años que pertenezco a la Asociación del Rosario Viviente en Puerto Rico; siendo la Dra. Hilda Mendoza (Q.E.P.D.), la Sra. Matilde Sifre y la Sra. Lucy González, las primeras en trabajar arduamente en propagar esta devoción con mucho éxito en nuestra isla, de la cual miles de personas somos el fruto de estas piadosas y dedicadas almas al servicio de nuestra Iglesia a través de esta Asociación del Rosario Viviente Universal, con sus siglas en inglés (ULRA).

Esta servidora les ayudaba  también a buscar personas para enlistarlas en este gran apostolado,  En el año 1994, hubo en Puerto Rico una gran sequía, en la cual se afectó muchísimo las fuentes que proveían agua a varios pueblos de la isla, entre ellos el Lago Guajataca en Quebradillas, que había bajado increíblemente sus niveles normales de agua. En el pueblo de Utuado, el Lago Caonillas, también bajó mucho el nivel de agua, a tal punto que se pudo ver la antigua Capilla del Sagrado Corazón de esa localidad, que ha estado bajo las aguas de este gran lago por muchos años. En ese momento varias personas de la isla viajaron para ver dicha estructura que día a día era más visible conforme la sequía avanzaba. Se creía que de seguir sin lluvias por más tiempo, podría desatarse enfermedades, epidemias entre otras cosas.

Un día mientras ofrecía mi decena del Rosario Viviente por esta causa, viene a mi mente la idea de escribir a todas las personas que ya estaban inscritas en ese momento en el Rosario Viviente en nuestro país, para que ofreciéramos nuestro misterio asignado, todos con la misma intención a la Santísima Virgen María, de que se terminara esta gran sequía y volviera a llover lo suficiente para el bien de todos en la isla. Todas las cartas fueron enviadas una vez fue aprobada y con mucho ánimo por las dirigentes del Rosario Viviente en Puerto Rico, antes mencionadas.

Luego de enviadas, y seguir rezando, la respuesta no se hizo esperar, hubo tanta lluvia, que el Lago Guajataca, tuvo que abrir las compuertas de su represa para dejar fluir tanta agua que contenía. Bendito sea Dios y nuestra Santísima Madre, la Virgen María, que sale presurosa a ayudar a los que la necesitan, y como en las bodas de Caná, sigue aún hoy, susurrando al oído de su Hijo nuestras necesidades. También la certeza del poder de la oración cuando un pueblo ora unido, especialmente la unidad que ejerce la Asociación del Rosario Viviente.

Ada Ríos, Isabela, Puerto Rico.



http://www.youtube.com/watch?v=bM3_Ey7XHNE

( Video de la historia de la Iglesia Sagrado Corazón, bajo el Lago Caonillas en Utuado Puerto Rico).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario